En la Amazonía ecuatoriana, el gobierno no cumple con la sentencia ganada por nueve jóvenes activistas junto a la organización Unión de Afectados por Texaco—UDAPT que exige poner fin a las quemas de gas, que consumen los derechos de las comunidades locales con llamas y gases tóxicos y contribuyen enormemente al cambio climático. Exijan al presidente de Ecuador que elimine las quemas de gas para proteger los derechos humanos y la justicia climática.
¿Cuál es el problema?
La quema de combustibles fósiles es una de las principales fuentes de gases de efecto invernadero responsables de la crisis climática. La quema de gas en antorchas emite 500 millones de toneladas de CO2 al año, equivalentes a las emisiones de toda la población del Reino Unido, y grandes cantidades de metano, un gas que calienta la atmósfera 84 veces más que el CO2. Además, estas antorchas de gas crean “zonas de sacrificio”, donde las personas respiran gases tóxicos a diario.
En 2021, Guerreras por la Amazonía y la organización “Unión de Afectados por Texaco” (UDAPT) lograron un fallo que ordena al Estado ecuatoriano retirar las antorchas e indemnizar a las comunidades afectadas. Sin embargo, el número de antorchas de gas sigue aumentando, pasando de 394 en agosto de 2021 a 486 en junio de 2023. Amnistía Internacional verificó que al menos 52 antorchas se encuentran a menos de 5 km de centros poblados, una distancia perjudicial para el medio ambiente y las comunidades locales. Además, las antorchas de gas a veces se apagan sólo temporalmente y luego se vuelven a encender.
Ecuador está entre los 30 países con más antorchas de gas activas en el mundo. La Amazonía ecuatoriana y los derechos de sus habitantes están ardiendo, y con cada antorcha de gas encendida, arde el futuro de todos, especialmente de los jóvenes.
¿Qué puedes hacer para ayudar?
Firma la petición y exige al Presidente del Ecuador un plan urgente para eliminar las quemas de gas (especialmente las ubicadas a 5 kilómetros de los centros poblados), implementar políticas para acabar con las zonas de sacrificio en la Amazonía, y avanzar hacia la eliminación gradual de los combustibles fósiles y una transición energética justa.