Las medidas inhumanas que las autoridades griegas están adoptando para impedir la entrada de personas en el país son una traición terrible a las responsabilidades de Grecia en materia de derechos humanos y ponen en peligro la vida de quienes huyen de la violencia; así lo ha manifestado Amnistía Internacional.
Ayer, tras una reunión del Consejo de Seguridad Nacional griego, las autoridades anunciaron la suspensión temporal del registro de las solicitudes de asilo de personas que hayan entrado de forma irregular en el país. Esta medida irá acompañada de la devolución automática y sin registro de las personas recién llegadas si la devolución a su país de origen es “posible”. No está claro cómo las autoridades griegas interpretan “posible” en este contexto.
“Todo el mundo tiene derecho a solicitar asilo. Deportar a personas sin el debido proceso puede suponer enviarlas a los horrores de una guerra o exponerlas a sufrir graves violaciones de derechos humanos, en incumplimiento del principio fundamental de no devolución (non-refoulement)”, ha dicho Eve Geddie, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.
“Las irresponsables medidas que están adoptando las autoridades griegas violan flagrantemente el derecho internacional y de la Unión Europea y hacen peligrar vidas. Una vez más se está utilizando a las personas que buscan asilo como piezas de negociación en un desalmado juego político.”
Grecia ha anunciado también que, a partir de hoy, sus fuerzas armadas realizarán maniobras con munición real cerca del mar Egeo y la frontera terrestre de Evros. Miles de personas se agolpan en las fronteras terrestre y marítima de Turquía desde que las autoridades turcas anunciaron el 28 de febrero que ya no impedirían el paso de personas por allí.
Según informes, miles de personas han llegado a las fronteras de Turquía con Grecia. Desde el pasado martes se reciben informes de enfrentamientos con la policía griega en la frontera terrestre, donde los agentes están usando fuerza excesiva y disparando gas lacrimógeno indiscriminadamente contra la multitud para impedir su entrada en Grecia.
Mientras, el número de llegadas a las islas griegas sigue en aumento y ayer, según informes, residentes de Lesbos no permitieron que llegaran embarcaciones a la costa. También atacaron a activistas y los vehículos de periodistas y personal voluntario. Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades griegas que adopten todas las medidas posibles para proteger a las personas que llegan a Grecia, así como a las personas y organizaciones que las apoyan sobre el terreno.
“Grecia debe abstenerse de hacer uso excesivo de la fuerza, y garantizar que pueden llevarse a cabo operaciones de búsqueda y salvamento en el mar. Las personas que buscan asilo en Grecia deben recibir ayuda, no ser tratadas como delincuentes o amenazas para la seguridad”, ha afirmado Eve Geddie.
“Los Estados miembros de la UE, por su parte, deben hacer mucho más para compartir la responsabilidad sobre las personas que llegan a Turquía en busca de asilo, tanto con apoyo económico como garantizando vías seguras de entrada a Europa.”
“Y la Comisión Europea debe coordinar urgentemente todo el apoyo que puedan necesitar Grecia y Bulgaria, para que las personas en busca de asilo tengan garantizado el acceso a unos procedimientos adecuados de acogida y de concesión de asilo.”