Guinea: Testimonios de testigos, vídeos e imágenes satelitales confirman que las fuerzas de seguridad dispararon balas reales contra manifestantes

  • Usaron armas de guerra en Conakry y en Labé

  • Las imágenes satelitales geolocalizan el lugar donde se produjeron los disparos en un suburbio de la capital

  • La Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) siguen calladas ante esta represión a puerta cerrada

Testimonios de testigos, imágenes satelitales y vídeos analizados y autentificados por Amnistía Internacional confirman que las fuerzas de defensa y de seguridad de Guinea han usado munición real contra manifestantes después de las controvertidas elecciones presidenciales del 18 de octubre.

Se ha tenido constancia de que han muerto varias personas y otras han resultado heridas en las protestas y disturbios, que también causaron la destrucción de viviendas y propiedades. Internet y las llamadas telefónicas quedaron interrumpidos o cortados los días 23 y 24 de octubre, y un sitio web de noticias sigue suspendido. Amnistía Internacional ha expresado preocupación por el silencio de la Unión Africana y de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) dada la escala de las violaciones de derechos humanos cometidas en Guinea.

“Las autoridades deben cesar en el uso de armas de fuego. Además, deben investigarse de forma independiente, imparcial y efectiva las muertes de manifestantes, personas ajenas a las protestas y cargos locales del Frente Nacional para la Defensa de la Constitución (FNDC). De hallarse indicios de actividad delictiva, las personas sospechosas deberán comparecer ante la justicia en juicios justos ante tribunales civiles”, afirmó Fabien Offner, investigador de Amnistía Internacional para África Occidental y Central.

“El presidente Alpha Condé ha declarado en varias ocasiones que prefirió marcharse del país en 1993 y evitar el enfrentamiento y los ‘cementerios del gobierno’ como los actuales. Instamos a la comunidad internacional a que se una con carácter urgente y pida la protección de la población y la apertura de investigaciones.”

En una declaración leída en la televisión nacional el 23 de octubre, el ministro de Administración Territorial anunció Ia requisa del ejército para “mantener el orden dondequiera que sea necesario en todo el territorio nacional.”

Antes de este anuncio, se había desplegado al ejército en varias localidades. Esto es contrario a las normas de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, que establecen que “como regla general, no se deberá desplegar al personal militar para el mantenimiento del orden durante reuniones y sólo deberá utilizarse en circunstancias excepcionales, y únicamente en casos de absoluta necesidad.”

El 22 de octubre, el mismo ministro, en otra declaración televisada, dijo que “los manifestantes utilizaron rifles de calibre 12 para disparar contra ciudadanos y miembros de las fuerzas de defensa y de seguridad.” Aunque Amnistía Internacional no ha podido confirmar de forma independiente el uso de armas por los manifestantes, la organización, basándose en el análisis de imágenes satelitales y de vídeos autentificados, concluye que miembros de las fuerzas de defensa y de seguridad usaron armas de guerra en varias localidades, incluidas Conakry y Labé.

Un vídeo grabado en Kobayah (Conakry) el 21 de octubre y autentificado por Amnistía Internacional muestra a un miembro de las fuerzas de defensa y de seguridad que llevaba casco y chaleco antibalas disparando tres veces a muy corta distancia en dirección de unas personas supuestamente civiles, sin que mediara amenaza aparente para su vida o la de otra persona, lo que viola las normas internacionales sobre el uso de armas de fuego por las fuerzas armadas.

Amnistía Internacional pudo identificar y analizar fotos de balas y casquillos tomadas en Labé (región de Labé), donde se habían desplegado soldados, según varios testimonios y vídeos. El análisis muestra que son municiones de 7,62×39 mm que corresponden a armas AK/PMAK. Vídeos grabados en los últimos días y meses muestran también que las fuerzas de defensa y de seguridad guineanas portan estas armas con frecuencia, dato que las autoridades siempre han negado.

El 21 de octubre, el Ministerio de Seguridad anunció la muerte de nueve personas, dos de ellas agentes de policía. La Unión de Fuerzas Democráticas de Guinea (UFDG), partido de la oposición, anunció el 23 de octubre que desde el 19 de octubre habían muerto por disparos 27 personas: 18 en Conakry, 3 en Manéah, 3 en Labé, 1 en Mamou, 1 en Télimélé y 1 en Pita.

Más de un centenar de personas han sufrido heridas de bala, mientras la vivienda del líder de la UFDG y candidato presidencial Cellou Dalein Diallo permanece rodeada por las fuerzas de seguridad desde el 20 de octubre. Diallo se había autoproclamado vencedor sin esperar el anuncio oficial de los resultados por parte de la Comisión Electoral Nacional Independiente, que, según la oposición, está bajo el control del gobierno.

El FNDC ha acusado también a las fuerzas de defensa y de seguridad de haber matado a tiros a Boubacar Baldé y Daouda Kanté, sus representantes locales en las zonas de Sonfonia Gare 2 (Conakry) y Pita (región de Mamou), respectivamente.

Amnistía Internacional está analizando aún la información que tiene en su poder, pero no ha podido hacer todavía una evaluación completa dados la magnitud de las muertes y heridas denunciadas y los cortes de Internet y de las líneas telefónicas. Sin embargo, la organización ha documentado, mediante varias fuentes, la muerte de al menos nueve personas, en su mayoría por disparos, desde el 19 de octubre. La información reunida hasta ahora sobre otras presuntas víctimas, basada en datos de algunos centros sanitarios, así como en cifras publicadas por los medios de comunicación de Guinea, indica que podrían haber perdido la vida decenas de personas.

En dos centros sanitarios de la capital, Conakry, Amnistía Internacional ha documentado, entre el 19 y el 21 de octubre, al menos 29 manifestantes heridos, varios de ellos por armas de fuego y otros por arma blanca. La cifra es una estimación.

Según testimonios recogidos por Amnistía Internacional, El Hadj Yacouba Diallo, de 67 años, murió a manos de una multitud el 23 de octubre y su casa de la zona de Enta-marché (Conakry) fue incendiada.
Un testigo contó a la organización:

“El Hadj Yacouba Diallo vivía aquí desde hacía mucho. Vinieron en mitad del día unos jóvenes de la mayoría política gobernante armados con palos, piedras y otras armas. A su llegada, Diallo primero disparó y luego se refugió en su casa. Lo sacaron, lo lapidaron y le pegaron hasta que murió. También destrozaron las viviendas que estaban cerca de la suya.”

Abdoulaye “Diomba” Diallo, de 18 años, murió por disparos el 19 de octubre en Hamdallaye (Conakry), cerca del cruce de Concasseur, según testimonios de su familia y de un amigo corroborados por un vídeo que autentificó Amnistía Internacional.

Según estos testimonios, cuando dispararon a Diallo, estaban presentes cinco vehículos de la Gendarmería y uno de otro cuerpo de las fuerzas de seguridad. Un vídeo de 20 segundos muestra a grupos de varones jóvenes caminando por la acera, donde habían puesto unos neumáticos. Se ven nubes de gas lacrimógeno en segundo plano, donde se supone que estaban las fuerzas de defensa y de seguridad.

Al final del vídeo se ve a algunos jóvenes huyendo en dirección contraria y a Abdoulaye “Diomba” Diallo que cae de espaldas tras oírse el sonido de un disparo. La ropa de la víctima, visible en el vídeo, es la misma que se ve en las fotos de su cuerpo que ha visto Amnistía Internacional.

Un amigo de Abdoulaye cargó con él a la espalda hasta que miembros de las fuerzas de seguridad conjuntas lanzaron gas lacrimógeno, lo que le imposibilitó llevar a su amigo a un lugar seguro. “Dejé a Abdoulaye en el suelo y tuve que huir”, dijo.

El coordinador del FNDC Boubacar Baldé murió el 21 de octubre tras recibir un disparo en el muslo. Según su familia, sus amigos lo llevaron a un centro sanitario antes de tratar de trasladarlo a un hospital, pero las carreteras estaban bloqueadas, lo que impidió su evacuación.

Salimatou Bah, estudiante de enfermería en un centro sanitario del distrito de Cimenterie (Conakry), murió el 20 de octubre tras ser alcanzada por un bote de gas lacrimógeno en la zona de Bailobayo cuando se dirigía a su casa. “La enterraron el 21 de octubre”, dijo su familia a Amnistía Internacional.

Ataque frontal a la libertad de expresión

La conexión a Internet y las llamadas telefónicas a y desde Guinea sufrieron interrupciones graves o quedaron cortadas el viernes 23 y el sábado 24 de octubre, sin advertencia previa por parte de las autoridades. El referéndum constitucional del 22 de marzo ya se había caracterizado por el corte de Internet en violación del derecho a la libertad de expresión y al acceso a la información.

El 18 de octubre, la Alta Autoridad para la Comunicación suspendió el sitio web de noticias Guinéematin.com durante un mes, tras “la retransmisión en directo vía Facebook del recuento de votos” desde varios colegios electorales y después de que la dirección se negara a detener la retransmisión en directo. La decisión de suspensión no es sólo poco precisa, sino que contiene lagunas jurídicas que imposibilitan recurrirla.

“Esta nueva suspensión de diversos medios de comunicación constituye un ataque a la libertad de expresión y un intento de silenciar a quienes protestan, a las personas que defienden los derechos humanos, a periodistas y a blogueros y blogueras”, concluyó Fabien Offner.

“Las autoridades deben levantar inmediatamente la suspensión del sitio web de noticias Guinéematin.com y las restricciones al acceso a Internet y las redes sociales para que toda la ciudadanía pueda expresarse libremente y los y las periodistas puedan hacer su trabajo.”