El 11 de agosto, Reza Khandan, esposo de Nasrin Sotoudeh publicó en Facebook que ésta había iniciado una huelga de hambre para “pedir la liberación de las personas encarceladas en Irán por motivos políticos”.
La publicación incluía la siguiente declaración de Nasrin Sotoudeh:
Activistas de derechos humanos:
En imitad de la crisis del coronavirus en la que Irán y el resto del mundo están inmersos, la situación de las personas presas por motivos políticos se ha vuelto tan difícil y penosa que su reclusión continuada se hace imposible en estas condiciones opresivas.
Las causas contra las personas presas por motivos políticos se basan en cargos absurdos de espionaje, propagación de la corrupción en la tierra, acciones contra la seguridad nacional, corrupción y prostitución, y creación de grupos ilegales en canales de Telegram, cargos que pueden conllevar 10 años de prisión o condenas a muerte.
Desde el inicio de una causa hasta que se dicta sentencia, a muchas personas acusadas se les niega el acceso a un abogado independiente, o [la capacidad de] comunicarse libremente con quienes les prestan asistencia letrada. De forma audaz y repetida, los jueces del Tribunal Revolucionario revelan a estos presos y presas que sus sentencias se basan únicamente en los informes de las agencias de inteligencia y de seguridad, y quienes les interrogan les dicen, al ser detenidas, cuál será su sentencia.
Los abogados que expresan su indignación con los jueces del Tribunal Revolucionario son enviados a prisión. Las personas acusadas que se enfrentan a cargos graves insólitos son condenadas a la pena máxima y, en ocasiones, a penas incluso mayores que la máxima. Quienes han sido condenados por motivos políticos en circunstancias tan injustas reaccionan con incredulidad, con la esperanza de una solución jurídica.
Se han prometido tribunales de apelación, libertad condicional, suspensión de las penas y aplazamiento de la ejecución de las sentencias, así como también una nueva ley que ratifique la imposición de la pena mínima, pero en las actuaciones extrajudiciales el ejercicio de todos estos derechos legales se deja a la discreción de las personas encargadas de los interrogatorios, con lo que se cierran las últimas puertas que les quedan a las personas encarceladas por motivos políticos. Muchas de ellas ahora podrían acceder a la libertad condicional y quedar en libertad en aplicación de la nueva ley, pero todavía se las trata como si dicha ley no existiera y no tuvieran derecho a tal posibilidad legal. Las peticiones que han formulado para buscar soluciones legales viables han quedado sin respuesta.
Por todas estas peticiones sin respuesta y para pedir que las personas encarceladas por motivos políticos sean liberadas, voy a iniciar una huelga de hambre
Con la esperanza de que se instaure la justicia en mi país, Irán.
Nasrin Sotoudeh, ala de mujeres de la prisión de Evín, 11 de agosto de 2020