En respuesta a la decisión de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) de cerrar el examen preliminar de las denuncias de crímenes de guerra cometidos por el ejército británico en Irak, Matthew Cannock, director del Centro de Justicia Internacional de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“En el abrumador informe de la Fiscalía se determinó que las fuerzas armadas británicas habían cometido crímenes de guerra en Irak en 2003, entre ellos tortura y violaciones, y que las autoridades británicas habían privado de justicia a las víctimas.
“La decisión de la Fiscalía de cerrar el examen proporciona un plan de acción para el obstruccionismo. Premia la mala fe y los retrasos provocados por la falta de medidas del ejército y las autoridades británicas para llevar a cabo investigaciones independientes e imparciales sobre las denuncias inmediatamente después del conflicto de Irak.
“Tras 10 años de evaluación, la CPI ha aceptado una situación en la que el Reino Unido no llevó a cabo ningún enjuiciamiento, ni siquiera cuando su ejército había cometido crímenes de guerra.
“Esta decisión no exime en absoluto al Reino Unido de su obligación internacional de iniciar investigaciones y enjuiciamientos efectivos y sólidos sobre todas las denuncias de crímenes de derecho internacional y proporcionar recursos efectivos a las víctimas de los crímenes cometidos por su ejército.
“La CPI ha determinado que las denuncias formuladas por centenares de víctimas iraquíes, lejos de ser insustanciales, no podían examinarse debido a las dificultades para recopilar pruebas años después de la comisión de los crímenes y a las inexactitudes de las investigaciones iniciales del ejército británico.
“Visto así, resulta sumamente preocupante que la recién promulgada Ley de Operaciones Exteriores de Reino Unido intente poner al ejército por encima de la ley. Tiene por objeto proteger a los soldados británicos de procesamiento por delitos cometidos en el extranjero una vez transcurridos cinco años, a sabiendas de que las investigaciones sobre crímenes de guerra pueden obstruirse y retrasarse más de ese tiempo”.
Información complementaria
El examen preliminar de la situación en Irak concluyó en principio el 9 de febrero de 2006, pero la Fiscalía de la CPI volvió a abrirlo el 13 de mayo de 2014 tras recibir nueva información. Estaba centrado en los presuntos crímenes de guerra cometidos por ciudadanos británicos en el contexto del conflicto de Irak entre 2003 y 2008, entre ellos asesinatos y tortura y otros malos tratos.