La ONU debe revisar la supervisión de sus operaciones de mantenimiento de la paz, ha manifestado Amnistía Internacional hoy, cuando va a celebrarse la reunión del Consejo de Seguridad convocada para examinar las denuncias de abusos sexuales en la República Centroafricana de que se informó el martes.
“Si la ONU está decidida a poner fin al flagelo de la explotación y los abusos sexuales cometidos por sus fuerzas para el mantenimiento de la paz, debe reconocer finalmente que el sistema actual no funciona. No ha abordado los abusos cometidos en el pasado, incumpliendo así su deber para con las víctimas a las que se suponía que debía proteger”, ha señalado Joanne Mariner, asesora general sobre respuesta a las crisis de Amnistía Internacional.
“El propio Ban Ki-moon ha dicho que la confianza en las fuerzas para el mantenimiento de la paz no debe ser sustituida por el miedo. Pero mientras la ONU no haga nada para aplicar rigurosos mecanismos de selección de los integrantes de las fuerzas para el mantenimiento de la paz y aumentar la rendición penal de cuentas por sus actos, tales atrocidades continuarán.”
El miércoles, el representante especial del secretario general en la República Centroafricana y jefe de la MINUSCA, Babacar Gaye, dimitió a instancias del secretario general.
Previamente, Amnistía Internacional había publicado un comunicado de prensa en el que se implicaba a las fuerzas de la ONU para el mantenimiento de la paz en la República Centroafricana en la violación de una niña de 12 años y el homicidio indiscriminado de un niño de 16 y de su padre. Era la última de una sucesión de noticias sobre abusos y explotación perpetrados por las fuerzas de la ONU.
En respuesta a estas informaciones, Ban Ki-moon ha convocado para hoy una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la cuestión de las denuncias de abusos sexuales.
Se están examinando ya varios aspectos de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU para tratar los problemas sistémicos que presentan. La ONU estableció ya en junio un grupo de revisión independiente externo para examinar el modo en que la organización se ocupaba de las denuncias de explotación y abusos sexuales en la República Centroafricana. Amnistía Internacional pide que se amplíe el mandato de este grupo o que se lleve a cabo a continuación un examen más exhaustivo de la respuesta de la ONU a las denuncias de explotación y abusos sexuales.
“Este asunto va más allá de funcionarios concretos, como el general Gaye. Refleja grandes problemas sistémicos, que permiten a las fuerzas para el mantenimiento de la paz cometer estos delitos atroces con impunidad aparentemente total”, ha añadido Joanne Mariner.
“No basta con condenarlo. Es preciso afrontarlo urgentemente con acción y liderazgo.”