“Bloquear el acceso a Internet en mitad de la inestabilidad de un golpe, una crisis humanitaria y una pandemia, es una decisión atroz e irresponsable.
“Desde el golpe del 1 de febrero, la población de Myanmar se ha visto obligada a enfrentarse a una deplorable situación de incertidumbre. Un bloqueo generalizado de Internet la pondría en mayor riesgo de sufrir violaciones de derechos humanos más atroces a manos del ejército.
“El ejército debe restablecer de inmediato todas las telecomunicaciones y dejar de poner en peligro los derechos de la población. Todos los operadores de telefonía móvil y los proveedores de telecomunicaciones en Myanmar deben solicitar aclaraciones urgentes a las autoridades del país.”
Información complementaria
Según los informes, el 6 de febrero el ejército de Myanmar ordenó a las empresas de telecomunicaciones del país que interrumpieran totalmente los servicios de Internet y 4G. Según la información recibida por Amnistía Internacional, el bloqueo será efectivo hasta el lunes 8 de febrero.
Una orden anterior, del 5 de febrero, ordenaba a las empresas de telecomunicaciones bloquear el acceso a Twitter y a Instagram.
El 4 de febrero, el ejército ya había anunciado que estaba ordenando a los operadores de telecomunicaciones bloquear el acceso a Facebook hasta el 7 de febrero.
Mientras se desarrollaba el golpe militar del 1 de febrero, hubo informes de interrupción del servicio telefónico y de Internet en varias zonas del país, incluida su capital, Naipyidó, así como su mayor ciudad, Yangón, y también en los estados de Shan y de Kachin y en las regiones de Mandalay y de Sagaing. Posteriormente se restableció el acceso.
También ha habido restricciones de acceso a Internet desde dispositivos de telefonía móvil en las zonas de los estados de Rajine y Chin afectadas desde hace más de un año por el conflicto. Al parecer, el acceso 4G a Internet se restableció a última hora de la noche del 2 de febrero de 2021.
Tales restricciones suponen un verdadero peligro para poblaciones en riesgo, especialmente durante la pandemia de COVID-19, cuando el acceso a la información es tan fundamental, y aún más dada la tensa situación que vive el país debido al golpe y en las zonas afectadas por el conflicto.