La seguridad humana necesita seguridad medioambiental

DECLARACIÓN CONJUNTA CON MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DE LA EXPLOTACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE EN LA GUERRA Y LOS CONFLICTOS ARMADOS

Hoy, nuestro grupo de organizaciones de la sociedad civil interesadas, que abarca a personas del ámbito académico, de la ciencia y especialistas, pide a la comunidad internacional que mejore la protección de las personas y los ecosistemas adoptando medidas significativas para prestar atención al medio ambiente en todo el ciclo de los conflictos.

Los problemas medioambientales están de forma creciente en la primera línea de los conflictos armados del mundo, y afectan directamente a la vida de las personas, alteran ecosistemas, dañan la resiliencia de las comunidades y dificultan la recuperación posconflicto y la consolidación de la paz. Durante el desarrollo de las hostilidades, las infracciones del derecho internacional humanitario, del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional del medio ambiente suelen poner en peligro el medio ambiente y, por extensión, la vida, la salud y los medios de subsistencia de las personas.

A lo largo del año pasado, hemos presenciado numerosos ejemplos de los medios con que la degradación del medio ambiente y los daños a éste pueden amenazar la seguridad de las personas y los Estados. En Irak, el legado de años de conflicto, la débil gobernanza y el cambio climático han provocado la contaminación del agua por cuya causa han sido hospitalizadas más de 100.000 personas, lo que ha generado protestas populares y una respuesta violenta, mientras miles de incendios forestales desencadenados por actividades militares han destruido grandes zonas de bosque en las zonas kurdas de Irak, Irán y Turquía. En Somalia y en la región del lago Chad de África, la degradación medioambiental y los recursos naturales están alimentando el conflicto y la inseguridad. En Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, la ocupación y el conflicto continúan dañando el medio ambiente y sus recursos. En el este de Ucrania y en Crimea, donde la amenaza en curso de un desastre ecológico debido al conflicto, la débil gobernanza y una infraestructura que se desmorona deberían ser motivar la cooperación, la politización y la propaganda siguen interponiéndose en el camino del progreso. En Yemen, los daños y los trastornos de la infraestructura del agua y las zonas agrícolas han contribuido al brote de cólera y a la inseguridad alimentaria que sufre el país

EL PROGRESO HACIA LA SEGURIDAD MEDIOAMBIENTAL

Sin embargo, aunque en muchas regiones el panorama sigue siendo sombrío, reconocemos la atención creciente que se está prestando al medio ambiente en los debates sobre seguridad internacional, en la respuesta humanitaria y en la elaboración de políticas. Acogemos con satisfacción las recientes declaraciones y decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la relación entre el cambio climático y los recursos naturales, y la integración de los datos medioambientales en la política de seguridad, así como la inclusión creciente de las cuestiones medioambientales en los procesos de recuperación posconflicto y de reconstrucción, y en las operaciones de mantenimiento de la paz. La atención que está prestando a las dimensiones medioambientales de los conflictos armados la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente ya ha complementado y catalizado procesos de la ONU más allá de Nairobi y, con su resolución de 2017 sobre la contaminación causada por los conflictos, ha creado beneficios directos para la recuperación de Irak.  Igualmente, reconocemos los avances que se están haciendo hacia la finalización del estudio de la Comisión de Derecho Internacional dirigido a reforzar el marco jurídico para la protección del medio ambiente en relación con los conflictos armados.

Aunque es evidente que se está avanzando, queda mucho por hacer. Abordar las complejas relaciones entre conflictos armados y cambio climático, migración, seguridad alimentaria y escasez de agua es más vital que nunca. Las principales víctimas de la degradación del medio ambiente suelen proceder de comunidades empobrecidas y marginadas, y tienen limitada capacidad para defenderse de la explotación y los abusos o para pedir a la ley protección o rendición de cuentas. La seguridad medioambiental y el desarrollo sostenible van de la mano, pero ninguna de las dos es posible sin reconocer el papel del medio ambiente como factor de riesgo para el conflicto, como víctima de éste y como un elemento fundamental de la cooperación posconflicto y la consolidación de la paz.

CÓMO AVANZAR

Este 6 de noviembre, instamos a los gobiernos a que reconozcan y admitan que la seguridad humana depende de la seguridad medioambiental, y que alcanzar ambas exige medidas significativas para prestar atención al medio ambiente en todo el ciclo de conflictos.

Los Estados, las organizaciones internacionales, la sociedad civil, el mundo académico y las comunidades afectadas tienen un papel que desempeñar en la identificación y aplicación de soluciones innovadoras y prácticas para mejorar la seguridad medioambiental, y que protejan a la población civil, sus medios de vida y su futuro. Esta tarea nunca ha sido más urgente que ahora.

Por tanto, este 6 de noviembre, Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados (#EnvConflictDay), pedimos a todos los gobiernos y partes interesadas que:

  • Reconozcan y amplifiquen las voces de las comunidades afectadas por las dimensiones medioambientales de los conflictos armados y respondan a ellas.
  • Reconozcan la importancia de integrar un fuerte elemento medioambiental en la prevención y el análisis de conflictos, la respuesta humanitaria y la reconstrucción posconflicto y la consolidación de la paz.
  • Refuercen y aceleren el trabajo que se está llevando a cabo en todo el sistema de la ONU para abordar la seguridad medioambiental.
  • Elaboren unas políticas medioambientales integrales y accesibles que puedan proteger tanto a la población civil como al medio ambiente en todo el ciclo de los conflictos.

Firmado por:

  • Acronym Institute for Disarmament Diplomacy Action on Armed Violence
  • Al-Haq
  • Amnesty International Article 36
  • Conflict and Environment Observatory
  • Conflict & Health Research Group, King’s College London Control Arms
  • Ecology and Conservation Organisation of Afghanistan East Africa Climate Change Network
  • Empower India
  • Environment Liaison Centre International Environmental Law Institute Environmentalists Against War
  • Faculty of Public Health
  • Green Party of England and Wales
  • Humat Dijla (Tigris River Protectors Association Iraq) Institute for Planetary Security
  • International Centre for Environmental Education and Community Development International Coalition to Ban Uranium Weapons
  • International Network on Children’s Health, Environment and Safety
  • International Peace Bureau
  • International Society of Doctors for the Environment Iraqi Civil Society Solidarity Initiative
  • Mines Action Canada
  • National Forum for Environment and Health, Pakistan
  • Network for Promotion of Agriculture and Environmental Studies Ocean Care
  • PAX
  • Red de Seguridad Humana en América Latina y el Caribe (SEHLAC Network) Save the Tigris Campaign Iraq
  • Size of Wales
  • Soka Gakkai International (SGI) Students for Global Health UK
  • Sustainable Agriculture and Environment
  • The Iraqi Environment and Health Society- UK Uganda Coalition for Sustainable Development Women in Black UK
  • World Animal Net World Beyond War
  • Zoï Environment Network

Firmantes individuales:

  • Dr. Omar El Dewachi, profesor asociado, Universidad Rutgers
  • Dra. Lina Eklund, profesora asistente de Geoinformática de la Universidad de Aalborg y coordinadora de La Naturaleza de la Paz, Universidad de Lund
  • Dra. Maria Ericson, Centro de Teología y Estudios Religiosos, Universidad de Lund
  • Dr. Antoine Abou Fayad, profesor asistente, Facultad de Medicina, Universidad Americana de Beirut
  • Profesor Louis-Patrick Haraoui, doctor en Medicina, máster en Ciencias, Departamento de Microbiología y Enfermedades Infecciosas, Universidad de Sherbrooke, Canadá
  • Dr. Paul G. Higgins, Instituto de Microbiología Médica, Inmunología e Higiene, Universidad de Colonia
    Profesora Karen Hulme, Directora de la Escuela de Derecho, Universidad de Essex, Reino Unido
  • Jasper Humphreys, director de Relaciones Exteriores, Centro Marjan para el Estudio de la Guerra y la Esfera No Humana, Departamento de Estudios sobre la Guerra, King’s College, Londres
  • Dr. Nabil Karah, doctor en Medicina, Departamento de Biología Molecular, Universidad de Umea
    Dr. Charles W. Knapp, licenciado en Ciencias, máster en Ciencias, miembro de la Academia de Educación Superior del Reino Unido, Universidad de Strathclyde
  • Dra. Hannah Landecker, Departamento de Sociología e Instituto para la Sociedad y la Genética, Universidad de California en Los Ángeles
  • Krystel Moussally, Epidemióloga
  • Dra. Britta Sjöstedt, Facultad de Derecho, Universidad de Lund
  • Dra. Annie Sparrow, doctora en Medicina, profesora asistente de Población, Ciencias de la Salud y Política, Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, Nueva York
  • Profesor Richard Sullivan, King’s College, Londres
  • Profesor Vinh-Kim Nguyen, doctor en Medicina, Departmento de Antropología, Instituto Universitario de Estudios Internacionales y de Desarrollo