Romper el silencio: Poner fin a las violaciones de derechos humanos en Afganistán

Tres años después del inicio del régimen talibán, el país sigue siendo un foco de abusos de derechos humanos incontrolados y constantes —persecución de género, tortura, detenciones arbitrarias y censura—, todo ello sin ninguna rendición de cuentas. ¿La respuesta internacional? Tibia, en el mejor de los casos.

¿Cual es el problema? 

Desde que los talibanes tomaron el poder en 2021, Afganistán ha estado sumido en una espiral descendente de violaciones de derechos humanos. Las mujeres tienen vetadas todas las esferas de la vida, y abusos como la tortura y los malos tratos, las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzadas y la censura, entre otros, continúan con absoluta impunidad. Las severas restricciones al derecho a la libertad de expresión, de reunión pacífica y de participación política de las mujeres han permanecido impunes. El regreso de los castigos corporales y la ausencia de un poder judicial independiente agravan aún más estos problemas, dejando a las víctimas sin acceso a la justicia.

Me sorprende que la comunidad internacional todavía espere que los talibanes respeten los derechos humanos.

Tarina Wodod – Defensora de los derechos humanos, Afganistán

Mientras el pueblo afgano sigue atrapado en esta pesadilla interminable, la comunidad internacional no ha tomado ninguna medida significativa. Las palabras contundentes no detendrán esta represión; las acciones contundentes sí. Los gobiernos de todo el mundo deben intensificar sus esfuerzos para poner fin a este ciclo de represión.

¿Qué puedes hacer para ayudar? 

Firma la petición ahora, exigiendo a la comunidad internacional que:

  1. Adoptar medidas unificadas y más enérgicas para establecer urgentemente un mecanismo de rendición de cuentas sólido que permita a los talibanes rendir cuentas por los abusos de los derechos humanos.
  2. Utilizar todas las formas de influencia para presionar a los talibanes para que respeten y protejan los derechos de las mujeres y las niñas, pongan fin a la persecución de género y habiliten el espacio para la participación significativa de las mujeres en las esferas social, política y cultural.
  3. Adoptar medidas concretas para abordar la práctica del castigo corporal por parte de los talibanes y apoyar el establecimiento de un mecanismo de justicia formal competente, independiente e imparcial para permitir el acceso a la justicia a la población del Afganistán, incluidas las mujeres.