Las terribles secuelas de las avalanchas de lodo de Sierra Leona, que han dejado a más 3.000 personas sin hogar, son una triste ilustración del costo humano de la falta de medidas del gobierno para aplicar políticas de vivienda y de tierras, ha manifestado Amnistía Internacional.
Más de 400 personas han muerto a causa de las avalanchas ocurridas la madrugada del lunes, 14 de agosto, en la comunidad de Regent de la capital, Freetown, donde la mayoría de las víctimas vivían en asentamientos informales. Con centenares de personas aún desaparecidas, se espera que el terrible número de muertes aumente aún considerablemente.
“En estos momentos, Sierra Leona necesita ayuda para salvar vidas y atender a quienes han perdido su hogar, pero debemos preguntar también por qué han muerto tantas personas. Aunque las inundaciones son un desastre natural, lamentablemente la magnitud de la tragedia humana de Freetown se debe en gran medida a la mano del hombre”, ha manifestado Makmid Kamara, director adjunto de Asuntos Globales de Amnistía Internacional.
“Las autoridades deberían haber aprendido las lecciones de sucesos anteriores similares y haber establecido sistemas para prevenir o, al menos, minimizar las consecuencias de estos desastres. La inundaciones devastadoras se repiten ya todos los años en la capital del país. Sin embargo, debido a la falta de regulación y de observancia en grado suficiente de las normas mínimas y las leyes ambientales, millones de personas viven en hogares peligrosamente vulnerables en Sierra Leona.”
En virtud del derecho a una vivienda adecuada garantizado por el derecho internacional, toda vivienda debe ser “habitable”, lo que incluye estar protegida contra desastres como este. Sin embargo, la mala regulación y la falta de medidas para garantizar que los factores ambientales formen parte de la planificación urbana en Sierra Leona, hacen que con frecuencia las estructuras que se construyen sean poco seguras y estén situadas en lugares peligrosos.
En 2015, más de 10 personas murieron y miles más perdieron su hogar a causa de las inundaciones en la capital. Centenares se vieron obligadas a acampar en el estadio nacional durante semanas, mientras se les buscaba otro alojamiento.
“Pedimos a la comunidad internacional que apoye las medidas de ayuda de emergencia del gobierno sierraleonés. Los miles de hombres, mujeres, niñas y niños que han perdido su hogar necesitan con urgencia alojamiento temporal y acceso a saneamiento y servicios de salud adecuados”, ha afirmado Makmid Kamara.
“Debemos también instar a que, en este momento crítico, el gobierno garantice que todo el apoyo de emergencia se presta de manera totalmente transparente y rindiendo cuentas. La mala gestión y la corrupción que empañaron la respuesta a la crisis del ébola del país no deben repetirse.”
El jueves 17 de agosto es el segundo de los siete días de luto nacional por la tragedia.