Se ha aplazado la vista de la apelación del 30 de noviembre.
Con motivo de la vista de la apelación previa a la ejecución prevista del ciudadano malasio Nagaenthran K Dharmalingam, Rachel Chhoa-Howard, investigadora sobre Singapur de Amnistía Internacional, ha declarado:
“Las autoridades de Singapur deben escuchar el clamor global contra la ejecución de Nagaenthran, cuyo caso ha conmocionado a personas de todo el mundo. Esta vista de la apelación ofrece una oportunidad para cancelar este espantoso castigo impuesto a un hombre que puede que no comprenda del todo lo que le está ocurriendo”.
“El caso de Nagaenthran está empañado por múltiples violaciones de derechos humanos que incluyen la gran preocupación que suscita su discapacidad intelectual, circunstancia que, según han subrayado personas expertas de la ONU, haría que su ejecución fuera ilegítima. Testimonios recientes de su familia y su abogado sobre el estado actual de su salud mental refuerzan esta preocupación”.
“Singapur debe actuar ya para evitar esta mancha en su reputación internacional conmutando la pena de Nagaenthran y evitando otro caso como éste con la reforma urgente del uso de la pena capital, e introduciendo una moratoria de todas las ejecuciones como primer paso hacia la abolición total de esta cruel pena”.
Información complementaria
El equipo de profesionales de la abogacía de Nagaenthran solicitó al Tribunal Superior de Singapur una suspensión alegando que su ejecución sería inconstitucional habida cuenta de su discapacidad intelectual. La solicitud fue desestimada, pero el equipo jurídico pudo apelar ante el Tribunal de Apelación.
La vista se aplazó cuando Nagaenthran dio positivo en la prueba de COVID-19 el 9 de noviembre, se programó para el 30 del mismo mes y ahora se ha vuelto a aplazar. Aún no se ha confirmado la fecha siguiente. Si se desestiman las apelaciones, se levantará la suspensión y se procederá a la ejecución, posiblemente en cuestión de días.
En noviembre de 2010, Nagaenthran K Dharmalingam fue declarado culpable de introducir 42,72 gramos de diamorfina (heroína) en el Estado insular en abril de 2009, y condenado preceptivamente a muerte. Su declaración de culpabilidad y condena a muerte se han confirmado en apelación hasta ahora.
Personas expertas en medicina que han evaluado a Nagaenthran concluyeron que su déficit cognitivo podría haber contribuido a la disminución de su responsabilidad cuando cometió el delito. En las últimas semanas, el hermano más joven de Nagaenthran expresó su preocupación por la salud mental de su hermano y su comprensión incompleta de su ejecución inminente cuando pudo visitarlo en prisión.
Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción. A día de hoy, 108 países han abolido la pena de muerte para todos los delitos y más de dos tercios de los países del mundo son abolicionistas en la ley o la práctica.