Al menos un menor ha muerto y tres han resultado heridos a manos de la Asayish (fuerza policial de la Administración Autónoma kurda siria), que ayer abrió fuego en el campo de Al Hol; así lo ha confirmado Amnistía Internacional. Tres mujeres también resultaron heridas.
La Asayish, que controla el extenso campo en el noreste de Siria y mantiene sus puertas cerradas a personas ajenas, abrió fuego por motivos no aclarados contra mujeres y menores dentro de la sección Annex del campo, reservada a mujeres y menores de países distintos a Irak, según personas que conocen la situación en el campo.
“La muerte de un menor en Al Hol envía al mundo un escalofriante recordatorio de las espantosas condiciones que soportan decenas de miles de niños y niñas desde hace años. La vergonzosa pasividad internacional ante la suerte de estos menores tiene consecuencias. En este caso ha tenido como consecuencia que disparen a menores”, ha manifestado Diana Semaan, investigadora de Amnistía Internacional sobre Siria.
“Los Estados que tengan a personas de su nacionalidad en Al Hol deben tomar medidas significativas para poner fin a los horrores de este campo y repatriar a las decenas de miles de niños y niñas que viven allí. Los gobiernos deben dejar de incumplir sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y adoptar todas las medidas necesarias para hacer que se respete el derecho de cada niño y niña a la vida, la supervivencia y el desarrollo.”
Amnistía Internacional ha pedido a la Administración Autónoma que ponga en marcha sin demora una investigación efectiva sobre los disparos, libere a todos los niños y niñas de su detención arbitraria y acabe con la práctica de separar a los menores de sus madres y cuidadores. La comunidad internacional debe ayudar a la Administración Autónoma a proteger la vida y los derechos de la población infantil del campo de Al Hol, y garantizar que los niños y niñas sirios así como sus madres y personas que los cuidan pueden volver a un lugar seguro.
Información complementaria
Desde el fin del conflicto con el grupo armado autodenominado Estado Islámico en Siria en 2019, alrededor de 60.000 personas sirias, iraquíes y de otros países, en su mayoría mujeres y menores, permanecen recluidas en el campo de Al Hol sin acceso al debido proceso, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. El campo alberga a personas con distintos grados de vinculación al Estado Islámico, pero también a miles sin relación alguna con el grupo armado que acudieron en masa al campo huyendo del conflicto.
La población infantil del campo de Al Hol lleva dos años viviendo en condiciones terribles, sin acceso adecuado a alimentos, agua potable y servicios esenciales como atención de la salud y educación. La Administración Autónoma ha detenido arbitrariamente a niños de doce años, separado a menores de dos años de sus cuidadores y restringido el acceso a la asistencia médica. El aumento del trabajo infantil, la violencia y los asesinatos ha tenido consecuencias graves en el crecimiento y desarrollo de la población infantil.
A finales de enero, cientos de menores recluidos en centros de detención para personas adultas en Hassake estuvieron 10 días atrapados, con acceso limitado a comida y asistencia médica, durante el fuego cruzado entre las Fuerzas Democráticas Sirias y el grupo Estado Islámico. Según UNICEF, los menores continúan recluidos en prisiones para personas adultas soportando terribles condiciones de vida.