Ante la reunión del Consejo Europeo los días 22 y 23 de junio, Amnistía Internacional pide a los líderes de la Unión Europea (UE) que redoblen los esfuerzos para salvar vidas en el Mediterráneo y dejen de cooperar en las devoluciones a Libia antes de que se ahoguen más personas con el aumento de las travesías durante los meses de verano.
“La UE está permitiendo que los guardacostas libios devuelvan a personas refugiadas y migrantes a un país donde la detención ilegítima, la tortura y las violaciones son la norma. La Unión está aumentando la capacidad de los guardacostas libios al mismo tiempo que cierra los ojos ante los graves riesgos inherentes de esta cooperación”, ha afirmado Iverna McGowan, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.
“Es urgente que los líderes de la UE dejen de externalizar el control de las fronteras y la tramitación del asilo en gobiernos de otros países, algunos de los cuales tienen un terrible historial en derechos humanos. Animar a esos gobiernos a aumentar el control fronterizo puede exponer a los abusos a un número cada vez mayor de personas. En lugar de ello, los líderes deben dar prioridad a salvar vidas, ofrecer vías seguras y legales a las personas que huyen, y mejorar notablemente el Estado de derecho y la protección de los derechos humanos.”
Las interceptaciones que efectúan los guardacostas libios suelen hacer caso omiso de las normas internacionales, incluidas las relativas al uso de armas de fuego. Las personas refugiadas y migrantes interceptadas por las autoridades libias son devueltas a las costas libias y desde allí, salvo contadas excepciones, trasladadas a centros de detención donde permanecen recluidas indefinidamente y sufren tortura, palizas, violaciones y explotación a manos de los guardias.
Amnistía Internacional insta a los líderes de la UE a:
- Abrir y ampliar cauces seguros y legales para las personas refugiadas y migrantes.
- Aumentar las capacidades de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo central, en las zonas donde se producen la mayoría de los naufragios, y de forma proporcional al número de salidas desde el norte de África.
- Poner fin a toda cooperación con las autoridades libias que propicie que las personas refugiadas y migrantes vuelvan para sufrir detención indefinida, tortura, violación y otros abusos en Libia y dedicar sus esfuerzos a mejorar la situación de los derechos humanos en ese país.
- Revisar su planteamiento general sobre la cooperación con terceros países en materia de migración para garantizar que se protegen adecuadamente los derechos humanos de las personas refugiadas y migrantes.
Amnistía Internacional publicará el próximo mes un informe sobre las actividades de búsqueda y salvamento de la UE en el Mediterráneo.