Tras la apertura por la Comisión Europea de un nuevo procedimiento de infracción contra Hungría por vulneraciones de la legislación de la UE y ante la inminente votación en el Parlamento de nuevas leyes represivas, Iverna McGowan, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas, ha declarado:
“Los intentos de Hungría de prohibir la labor, legítima y vital, de las personas y organizaciones de la sociedad civil que trabajan para proteger los derechos de las personas migrantes y solicitantes de asilo son inaceptables.
“Al cuestionar un paquete legislativo que infringía de forma flagrante la legislación de la UE sobre derechos humanos, la Comisión Europea ha transmitido el mensaje claro e inequívoco de que no se van a tolerar las políticas xenófobas de Hungría.
“Los líderes europeos que han guardado en gran medida silencio ante la represión de los derechos humanos en Hungría deben seguir el ejemplo de la Comisión y pedir la retirada de estas leyes.
“Con las nuevas restricciones a la libertad de expresión y de reunión cuya adopción por el Parlamento húngaro está prevista mañana, es más importante que nunca cuestionar alto y claro al gobierno húngaro”.
Información general
El nuevo procedimiento de infracción de la Comisión Europea se refiere a un paquete de medidas xenófobas que entraron en vigor en Hungría el 1 de julio de 2018.
En virtud de estas leyes, las personas que ayuden a solicitantes de asilo y migrantes, profesionales de la abogacía y organizaciones internacionales y no gubernamentales (ONG) incluidos, pueden ver restringido su acceso a las zonas de tramitación de asilo y ser incluso sometidas a actuaciones penales si presentan solicitudes infructuosas.
Las medidas imposibilitan que soliciten asilo las personas que hayan pasado por otro país antes de llegar a Hungría.
La Comisión Europea ha declarado hoy que estas medidas violan la Directiva sobre Procedimientos de Asilo, la Directiva sobre Condiciones de Acogida y la Directiva de Reconocimiento, de la Unión, así como el derecho de asilo. También señaló discrepancias con las disposiciones de la UE sobre libertad de circulación de los ciudadanos y ciudadanas de la Unión y sus familiares.
Las políticas y prácticas de Hungría sobre personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes causan un sufrimiento humano innecesario, al mismo tiempo que el gobierno trata cada vez más de silenciar las voces críticas.
Mañana está previsto que el Parlamento húngaro adopte una serie de reformas legislativas de carácter represivo, como la introducción de un impuesto especial que podría privar a las ONG de las que se considere que “apoyan la migración” del 25% de su financiación.
Otra reforma limita la libertad de expresión al declarar que las actividades privadas o de índole familiar quedan excluidas del ámbito de los asuntos públicos.
El gobierno introducirá también una nueva ley que permite a la policía prohibir reuniones pacíficas con antelación basándose en motivos imprecisos.