GOBIERNO AUSTRALIANO TOMA MEDIDA EXTREMA PARA ELUDIR SU RESPONSABILIDAD

naurucarcelalairelibreEl anuncio realizado hoy por el primer ministro Malcolm Turnbull sobre la reubicación en un tercer país es una medida extrema para eludir la responsabilidad del gobierno australiano, ha declarado Amnistía Internacional.

El primer ministro Turnbull ha anunciado hoy que el gobierno australiano mantiene conversaciones con Estados Unidos para que algunas de las personas refugiadas aisladas en Nauru y en la isla de Manus sean reubicadas en este país a través de un proceso administrado por el ACNUR.

“Es absolutamente vergonzoso que el gobierno australiano haya enviado primero a varios centenares de personas para recluirlas tres años en Nauru y en la isla de Manus, y establecido un régimen de tramitación extraterritorial de solicitudes de protección internacional en Nauru que equivale a tortura, y ahora esté pasando la pelota a otro en lo que se refiere a ofrecerles protección”, afirmó el doctor Graham Thom, coordinador de Personas Refugiadas en Amnistía Internacional Australia.

“Australia es uno de los países más ricos del mundo y debería dar ejemplo en un momento en el que el número global de personas que se ven forzadas a buscar seguridad no tiene precedentes. Pero nuestro gobierno no está cumpliendo de forma justa su parte en la función de ofrecer refugio a quienes huyen del conflicto y la persecución, y esto tiene que cambiar urgentemente.

“Amnistía Internacional ha visto de primera mano los terribles abusos que se están infligiendo a las personas en Nauru y en la isla de Manus, por lo que nos complace saber que se terminarán los abusos para quienes podrían ser reubicados en Estados Unidos, y agradecemos a este país que ofrezca a estas personas una oportunidad genuina de establecerse y reiniciar su vida en un lugar seguro.

“Lo que este anuncio muestra claramente es que el gobierno australiano ha reconocido por fin que la política de Australia de tramitación extraterritorial de solicitudes de protección internacional no es sostenible y que los centros de Australia en Nauru y en la isla de Manus deben ser vaciados y cerrados con urgencia.”

A Amnistía Internacional le preocupa enormemente la falta de información del gobierno australiano sobre el calendario en que se implementará este acuerdo y la falta de claridad sobre el número de personas a las que se dará la oportunidad de establecerse en Estados Unidos, y teme que muchas personas queden excluidas y permanezcan en el limbo.

Amnistía Internacional expresa asimismo su gran preocupación sobre la introducción del visado de 20 años para las personas que están en Nauru, dados los bien documentados malos tratos sistemáticos, ataques, discriminación y atención médica insuficiente que experimentan desde hace años los centenares de personas aisladas por el gobierno australiano en Nauru.

“Las personas que están en Nauru y en la isla de Manus han sufrido graves traumas a manos del gobierno australiano. Una solución duradera a esta fallida política de tramitación extraterritorial de solicitudes de protección internacional significa que todas las personas sean reasentadas sin riesgos en un lugar donde tengan acceso a atención sanitaria adecuada y a servicios especializados en traumas por torturas, no que sean atrapadas en otro limbo”, añadió Graham Thom.

Amnistía Internacional refuta las afirmaciones del gobierno de que la prohibición perpetua es una medida necesaria para lograr la reubicación en terceros países de las personas refugiadas y solicitantes de asilo que están en Nauru y en la isla de Manus. La prohibición perpetua es una propuesta indignante e innecesaria que discrimina a las personas que buscan seguridad basándose en la vía por la que llegaron, lo que vulnera claramente las obligaciones contraídas por Australia en virtud del derecho internacional.

Amnistía Internacional insta enérgicamente al gobierno australiano a que resuelva de una vez la insostenible situación que es la detención extraterritorial. La forma más justa y rápida de atender a los 2.000 hombres, mujeres, niños y niñas que están en Nauru y en la isla de Manus es llevarlos ahora a Australia para tramitar sus solicitudes de asilo y acoger a las personas refugiadas en nuestra comunidad.

El paso siguiente es que Australia invierta inmediatamente en soluciones alternativas que protejan los derechos humanos de las personas que buscan asilo y, al mismo tiempo, impidan unas muertes evitables, doble objetivo que debería ser la piedra angular de cualquier política de asilo.

“Hay soluciones humanas, que reducen las muertes en el mar y eliminan los abusos, y la una no debería ser a expensas de la otra, y ya es hora de que el gobierno australiano deje de ignorar esto”, concluyó Graham Thom.