Egipto: Liberen a las personas detenidas por expresar apoyo a la Marcha de Gaza

Las autoridades egipcias deben liberar de inmediato y sin condiciones a todas las personas detenidas sólo por expresar solidaridad con la población palestina de Gaza en medio del genocidio israelí en curso, entre ellas al menos siete de nacionalidad egipcia detenidas por expresar apoyo a la Marcha de Gaza; así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional. La organización pide asimismo a las autoridades que investiguen las denuncias de tortura y otros malos tratos asociadas a los arrestos y las expulsiones de activistas internacionales en relación con la marcha solidaria prevista.

Cientos de activistas internacionales viajaron a Egipto en junio para participar en una marcha global hacia la ciudad de Rafá en un intento de romper el bloqueo ilegal impuesto por Israel sobre la Franja de Gaza ocupada, pero las autoridades egipcias reaccionaron arrestando a decenas de personas egipcias y de otras nacionalidades y expulsando a las no egipcias.

Amnistía Internacional documentó el arresto arbitrario, la detención en régimen de incomunicación y los malos tratos que sufrieron tres personas egipcias y cinco de otras nacionalidades en relación con la Marcha de Gaza entre el 10 y el 16 de junio. Según un testimonio obtenido por Amnistía Internacional, al menos una persona de nacionalidad egipcia fue sometida a tortura cuando estaba bajo custodia. La organización pide la libertad inmediata e incondicional de todas las personas que continúan recluidas sólo por expresar solidaridad con la población palestina, incluidas las detenidas desde octubre de 2023.

Es inconcebible que las autoridades egipcias detengan y castiguen a activistas por mostrar solidaridad con la población palestina de Gaza mientras Israel comete un genocidio contra ella.

Mahmoud Shalaby, investigador de Amnistía Internacional sobre Egipto y Libia

“El mundo apenas ha vislumbrado la brutalidad con que las autoridades egipcias siguen tratando a quienes disienten. El arresto arbitrario y los malos tratos sufridos por estos activistas representan sólo una parte de la represión en curso dirigida prácticamente contra toda persona que exprese opiniones no toleradas por el gobierno”, ha manifestado Mahmoud Shalaby, investigador de Amnistía Internacional sobre Egipto y Libia.

“Es inconcebible que las autoridades egipcias detengan y castiguen a activistas por mostrar su solidaridad con la población palestina de Gaza mientras Israel comete un genocidio contra ella. En su lugar, deberían facilitar el derecho de expresión y de reunión pacífica, empezando por liberar a toda persona detenida arbitrariamente por demostrar solidaridad con el pueblo palestino e investigar todas las denuncias de tortura y otros malos tratos.”

El 11 de junio, El Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto emitió una declaración oficial en la que afirmaba que las personas extranjeras debían obtener autorización previa para visitar zonas fronterizas con Gaza, presentando una solicitud a la embajada de Egipto, entre otras vías. Organizadores de la Marcha de Gaza contaron a Amnistía Internacional que habían presentado solicitudes en más de 30 embajadas de Egipto con unos dos meses y medio de antelación a la fecha prevista de la marcha. El personal de las embajadas les comunicó que sus solicitudes se habían remitido a las autoridades de El Cairo, pero los organizadores nunca obtuvieron respuesta.

Posteriormente, las fuerzas de seguridad egipcias desbarataron la marcha al arrestar a activistas egipcios y de otras nacionalidades a su llegada al aeropuerto, en hoteles o en puestos de control cuando se dirigían a Rafá, antes de deportar a cientos de personas no egipcias.

Detención arbitraria y tortura y otros malos tratos contra personas de nacionalidad egipcia

Según manifestó un abogado en la Comisión de Derechos y Libertades de Egipto, entre el 10 y el 12 de junio de 2025, las fuerzas de seguridad arrestaron a tres nacionales de Egipto —dos hombres y una mujer— en sus domicilios de las gobernaciones de El Cairo y Sharqia. Los tres estaban en un grupo de Telegram que apoyaba la Marcha de Gaza.

Según informes, tras su arresto estuvieron recluidas en régimen de incomunicación en un centro no revelado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) durante periodos de entre nueve y diez días. Agentes de la NSA llevaron a estas tres personas ante la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado de El Cairo los días 21, 22 y 23 de junio.

La Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado las acusó de varios cargos, entre ellos “unirse a un grupo terrorista [Hermandad Musulmana]”, “publicar noticias falsas” y “financiar un grupo terrorista”, según el abogado de la Comisión. A continuación, la fiscalía ordenó su detención preventiva durante 15 días en espera de investigación.

Durante el interrogatorio de la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado, uno de los hombres afirmó que agentes de la NSA le habían aplicado descargas eléctricas en las manos y una parte sensible de su cuerpo y le habían propinado bofetadas y patadas. El otro hombre contó a la fiscalía que había sido golpeado y obligado a desnudarse por agentes de la NSA. Tales actos constituyen malos tratos y podrían equivaler a tortura.

En junio, la Fiscalía Suprema de la Seguridad del Estado interrogó a otras cuatro personas de nacionalidad egipcia (tres hombres y una mujer) y ordenó su detención durante 15 días en relación con los mismos cargos y la misma causa, según el abogado de la Comisión.

Arresto arbitrario y malos tratos de personas extranjeras

Amnistía Internacional habló con cinco personas extranjeras que habían viajado para participar en la Marcha de Gaza, entre ellas Stefanie Crisostomo, activista croata-peruana, y Saif Abukeshek, de nacionalidad española y portavoz de la Marcha de Gaza. Ambos contaron a Amnistía que habían sufrido fuertes palizas y otros actos de violencia a manos de la policía egipcia durante su arresto y que habían estado recluidos en régimen de incomunicación en comisarías de policía, instalaciones de la NSA y el aeropuerto de El Cairo.

Crisostomo contó a Amnistía Internacional que, el 14 de junio, agentes de la NSA vestidos de civil la habían arrestado junto con su esposo en un hotel de El Cairo sin dar ningún motivo ni permitirles contactar con su embajada u otras personas antes de confiscarles los teléfonos. A continuación los llevaron a un centro de seguridad no revelado, donde la policía mantuvo a su esposo francés detenido durante 30 horas, mientras que a Stefanie la trasladaron al aeropuerto de El Cairo. Una vez allí, ella se negó a ser deportada hasta que la policía liberara a su esposo. Los agentes la esposaron y la sujetaron por los brazos con fuerza, causándole hematomas. Amnistía Internacional ha examinado las fotografías de sus brazos con moratones claramente visibles y considera que podría constituir malos tratos.

Otro hombre extranjero que no quiso revelar su nacionalidad afirmó que, el 13 de junio, la policía lo había arrestado junto a 15 personas más en un puesto de control de la gobernación de Ismailia cuando se dirigían a Rafá. Durante el arresto, la policía lo golpeó con porras en la cara y el cuello. Afirma que, mientras lo arrestaban, uno de los agentes intentó introducirle un dedo en el ano. La policía llevó al grupo a una comisaría de Ismailia, donde permaneció bajo custodia hasta la mañana siguiente, cuando trasladaron al hombre al aeropuerto de El Cairo para su deportación.

Los otros dos hombres, ambos de nacionalidad noruega, y Saif dijeron que, el 16 de junio, agentes de policía vestidos de civil los habían arrestado sin orden judicial en una cafetería de El Cairo. A continuación, la policía les vendó los ojos y los condujo a un centro de seguridad no revelado en un furgón sin distintivos. Aún esposados y con los ojos vendados, los dos noruegos fueron interrogados por agentes de la NSA sobre el número de participantes en la Marcha de Gaza, su identidad y su alojamiento. Uno de ellos contó a Amnistía Internacional que, al negarse a contestar, uno de los agentes le había dado dos bofetadas y un rodillazo en el pecho. Según su testimonio, el golpe le causó una fractura leve de costilla.

El otro contó que, al negarse a contestar ciertas preguntas, un agente lo había abofeteado y le había dado una patada en el pecho.

Saif Abukeshek contó que, durante su traslado de una sala a otra del centro con los ojos vendados y las manos esposadas a la espalda, la policía lo había empujado deliberadamente contra paredes y puertas. “Oía perfectamente cómo se reían al hacerme chocar con las paredes”, dijo.

Los tres fueron posteriormente trasladados al aeropuerto de El Cairo para ser deportados tras pasar entre dos y 25 horas en el centro. A ninguno de los cuatro se le permitió contactar en ningún momento con su embajada ni otra persona para informar de su arresto hasta su deportación.

Información complementaria

Entre octubre de 2023 y junio de 2024, Amnistía Internacional y grupos de derechos humanos egipcios han documentado los arrestos de más de 123 personas que habían expresado solidaridad con la población palestina de Gaza protestando pacíficamente, publicando comentarios en Internet, colgando carteles o escribiendo consignas en las paredes. Al menos varias decenas continúan en prisión preventiva en espera de investigación sobre cargos falsos de implicación en terrorismo, difusión de noticias falsas o reunión ilegal.

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