En los 80, el clima de violaciones a los derechos humanos en el mundo convocó a la realización de una gira de conciertos organizada por Amnistía Internacional a nivel global. Fueron varias las fechas bajo el nombre ‘Human Rights Now’. Una de ellas estaba destinada a realizarse en Chile, sin embargo, no fue permitida por parte de las autoridades de ese momento.
Sin embargo, el concierto se realizó en Mendoza (Argentina, 14 de octubre de 1988), un gran concierto con artistas y bandas internacionales alzando la voz, atravesando fronteras y mandando un mensaje directo al vecino Chile: “Derechos humanos ya”. Un grupo de activistas de casi 40 personas viajaron desde Chile a Argentina para acompañar este evento e informar sobre lo que estaba ocurriendo en el país.
Tras el cambio de mando del 11 de marzo de 1990, donde asumió como presidente de Chile Patricio Aylwin, al fin Amnistía Internacional y artistas nacionales e internacionales pudieron organizar el concierto “Desde Chile… un abrazo a la esperanza” (12 y 13 de octubre de 1990) en el Estadio Nacional en Santiago de Chile para celebrar la vuelta a la democracia tras la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet. Dos días muy luminosos, de encuentros, que llenaron de esperanza a Chile y al mundo.
Este concierto fue el primero y más multitudinario desde la vuelta a la democracia y con un connotado valor simbólico y transformador en favor de los derechos humanos. Contó con la colaboración de alrededor de dos mil personas que se inscribieron como activistas para actuar en Amnistía Internacional Chile, siendo un evento que contribuyó al desarrollo y a la visibilidad de la organización como movimiento internacional defensor de los derechos humanos. El evento en sí, congregó a más de cien mil personas entre las dos jornadas y es parte de la memoria histórica de Chile.
En el concierto participaron artistas y bandas nacionales e internacionales de gran trayectoria y compromiso con los derechos humanos y las víctimas como Sinéad O’Connor (Irlanda), Sting (UK), Peter Gabriel (UK), New Kids on the Block (EEUU), Jackson Browne (EEUU), Luz Casal (España), Wynton Marsalis (EEUU), Rubén Blades (Panamá), Inti-Illimani (Chile), Congreso (Chile), Los Ronaldos (España) y Fernando Saunders (EEUU), quienes extendieron un grito de libertad y reclamo de justicia para un pueblo que comenzaba a sacudirse los dolores del uno de los momentos más oscuros de nuestra historia.
“Había que hacer una limpieza del Estadio Nacional y reconocer que efectivamente en Chile se violaban los derechos humanos y ahí aparece esta posibilidad con el apoyo del resto de oficinas de AI en el mundo”, Alex Guerra, activista histórico de Amnistía Internacional Chile.
El evento inició con una decena de músicos en el escenario —incluidos varios que se presentarían al día siguiente— quienes lideraron un minuto de silencio por las víctimas de la dictadura y “por los hechos ocurridos en este estadio”, como dijo Sinead O’Connor.
En la segunda jornada, se presentaron Luz Casal, Inti Illimani, O’Connor, Peter Gabriel y Sting, quien invitó al escenario a familiares de detenidas y detenidos desaparecidos. para interpretar la canción “Ellas bailan solas” recibiendo el cariño y respeto sentido de miles de espectadores.
Cabe destacar que ninguno de los artistas cobró por su participación, recalcando el espíritu solidario del evento en defensa de los derechos humanos. La música, la poesía y el compromiso de humanidad inundaron el espacio como un acto de reparación para un lugar que había sido testigo de los más crueles actos del ser humano llenándolo de alegría, amor y esperanza.
Además, el 29 de mayo de 2025, después de varias conversaciones con el objetivo de conmemorar este hito histórico, Amnistía Internacional junto a Corporación Estadio Nacional, Memoria Nacional instalaron una placa conmemorativa ubicada en la Escotilla 8, conocida por ser la puerta por donde conducían al interior del Estadio Nacional a los detenidos y detenidas en la dictadura militar que imperó entre 1973 y 1990.
“Para Amnistía Internacional Chile y la ciudadanía en general, el concierto supuso un hito histórico en favor de la justicia y los derechos humanos; esta placa es una forma de recordar y traer a la memoria la relevancia de este momento donde miles de personas pudieron volver a reunirse, cantar, bailar y abrazarse sin temor tras años de una dictadura salvaje”, explica Rodrigo Bustos Bottai, director de Amnistía Internacional Chile.
Hoy, 35 años después, y en un mundo donde los autoritarismos y los discursos antiderechos avanzan con potencia, invitamos a que el registro de la memoria active aquel llamado a abrazar la esperanza y a no dejar de exigir el respeto de los derechos humanos para todas las personas.
Conoce más en la web del concierto de Amnistía Internacional (12 y 13 de octubre de 1990)