En respuesta a una publicación de Lighthouse Reports que documenta cómo, al parecer, First Wap, una empresa de vigilancia registrada en Indonesia, ha estado vendiendo de forma encubierta sus productos a actores estatales y particulares explotando los vacíos en la normativa sobre control de las exportaciones, Elina Castillo Jiménez, asesora sobre Trabajo de Incidencia y Políticas para el Laboratorio sobre Seguridad de Amnistía Internacional, ha declarado:
“Esta investigación es sólo la prueba más reciente de la ineficacia de los controles de exportación a la hora de prevenir la proliferación de tecnologías de vigilancia peligrosas. Muestra cómo las empresas consiguen eludir las normativas sobre exportación llevando a cabo el grueso de sus operaciones transfronterizas desde jurisdicciones en las que se puede evitar la supervisión, como Indonesia.”
“Tal como han demostrado en repetidas ocasiones Amnistía y otros asociados, los actores estatales y particulares están utilizando una turbia red de proveedores, intermediarios y revendedores para obtener productos de vigilancia. Esto se ve permitido por una falta de regulación en determinadas jurisdicciones y una falta de supervisión en otras.”
Los reguladores deben investigar de inmediato la denuncia de que First Wap ha utilizado una red de telecomunicaciones europea para espiar a personas de todo el mundo. Si las empresas pueden acceder a redes en Europa para vigilar operaciones en el continente o en el extranjero, está claro que la autorregulación está fallando y que se necesita urgentemente una supervisión más fuerte.
Elina Castillo Jiménez, asesora sobre Trabajo de Incidencia y Políticas para el Laboratorio sobre Seguridad de Amnistía Internacional
Información complementaria
La nueva investigación de Lighthouse Reports, llevada a cabo junto a un consorcio de investigación, se basa en el acceso a un archivo de datos encubierto y a entrevistas llevadas a cabo también de forma encubierta con altos ejecutivos de First WAP, una empresa de vigilancia fundada por ciudadanos europeos pero que actúa desde Indonesia, un país con menos restricciones sobre la exportación de tecnologías de vigilancia.
La investigación afirma proporcionar pruebas de una serie de operaciones de vigilancia llevadas a cabo utilizando la tecnología Altamides de First Wap, que utiliza SS7, un conjunto de protocolos y estándares de señalización que se usan en las redes de telefonía para determinar la ubicación de teléfonos. La investigación de Lighthouse Reports afirma que la tecnología de First Wap se ha utilizado contra personas defensoras de los derechos humanos, periodistas, miembros de los cuerpos diplomáticos, alto personal de empresas y figuras políticas en todo el mundo. First Wap dijo en una declaración a Lighthouse Reports que “niega toda actividad ilegal” o “violaciones de derechos humanos”.
Amnistía no se ha puesto en contacto con las empresas implicadas en la publicación de Lighthouse Reports, pero pide que se investiguen las denuncias en ella vertidas.


