- Al menos 40 personas han muerto, según los informes, en un ataque con drones a las afueras de El Obeid.
- Debe permitirse a la población civil atrapada en El Obeid abandonar el lugar sin peligro.
- Todos los Estados —especialmente Emiratos Árabes Unidos— deben poner fin al suministro de armas a las RSF.
Hay que proteger a la población civil de la región de Kordofán (Sudán) ante los informes sobre la intensificación de los ataques lanzados por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en la zona. Así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional.
En los últimos días, las RSF se han apoderado de la localidad de Bara, en Kordofán del Norte, y han redoblado los ataques alrededor de la cercana ciudad de El Obeid. El 3 de noviembre, un ataque con drones mató, según los informes, al menos a 40 personas en un funeral a las afueras de El Obeid. Además de rodear El Obeid, las RSF han seguido sitiando la ciudad de Kadugli, en Kordofán del Sur.
“El mundo no puede seguir dando la espalda a la población civil de Sudán, especialmente en la región de Kordofán, cuando los graves peligros a los que se enfrenta son evidentes. Resulta inconcebible mantenerse a un lado mientras las personas civiles corren peligro de morir a manos de combatientes de las RSF. No deben repetirse el espantoso derramamiento de sangre y las atrocidades que hemos visto en los informes recibidos de El Fasher en las últimas semanas”, ha manifestado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“Las RSF deben poner fin de inmediato a todos los ataques contra personas e infraestructuras civiles, y deben garantizar un paso seguro para la población civil que intenta salir de El Obeid y buscar refugio en otro lugar. Todos los Estados que alimentan el conflicto de Sudán deben poner fin de inmediato a esta situación. Emiratos Árabes Unidos, en particular, debe poner fin a su ayuda militar, incluido el suministro de armas, a las RSF.”
“Quienes, desde los ámbitos internacional y regional, apoyan a las RSF también deben exigir que sus fuerzas respeten el derecho internacional humanitario y garanticen la protección de la población civil. Además, deben hacer cuanto esté en su mano para priorizar y mejorar la rendición de cuentas por abusos y violaciones de derechos humanos.”
Desde que, el 26 de octubre, las RSF arrebataron el control de la ciudad de El Fasher a las Fuerzas Armadas de Sudán, se han difundido múltiples vídeos que revelan una serie de homicidios en masa y ataques a civiles.
El mundo no puede seguir dando la espalda a la población civil de Sudán, especialmente en la región de Kordofán, cuando los graves peligros a los que se enfrenta son evidentes.
Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional
En una declaración emitida el 3 de noviembre, la Fiscalía de la Corte Penal Internacional manifestó su alarma por los informes recibidos de El Fasher sobre homicidios en masa, violaciones sexuales y otros crímenes presuntamente cometidos durante los ataques de las RSF.
“La comunidad internacional —incluidos Emiratos Árabes Unidos, el Consejo de Seguridad de la ONU, los Estados miembros de la UE, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y China— ha fallado a la población de Sudán. Deben presionar de manera urgente a los líderes de las RSF para que pongan fin a sus brutales ataques contra civiles”, ha manifestado Agnès Callamard.
Amnistía Internacional pide también a los órganos regionales pertinentes —incluidas la Unión Africana, la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, la Organización para la Cooperación Islámica y la Liga Árabe— que aumenten la presión sobre las RSF para que pongan fin a los ataques contra la población civil.
Información complementaria
El actual conflicto de Sudán comenzó en abril de 2023. En él han muerto decenas de miles de personas y se han visto desplazadas más de 12 millones, lo que lo convierte en la mayor crisis humanitaria del mundo. Las RSF, una fuerza paramilitar que lucha contra las Fuerzas Armadas de Sudán, llevan sitiando El Fasher desde mayo de 2024. El 26 de octubre, las RFS anunciaron que habían tomado el control de zonas de El Fasher, la última gran ciudad de Darfur que seguía en manos de las Fuerzas Armadas de Sudán. El 27 de octubre, las Fuerzas Armadas de Sudán anunciaron que sus tropas se habían retirado de la ciudad.
En El Fasher vivían más de 1,5 millones de personas , entre ellas cientos de miles de desplazados internos que habían huido de los combates en otras zonas de Darfur a comienzos de la década de los 2000 y del actual conflicto. Se calcula que unos 260.000 civiles habían quedado atrapados en la ciudad antes de los ataques del 26 de octubre.
Amnistía Internacional ha documentado crímenes de guerra cometidos por las RSF y milicias árabes aliadas, que llevaron a cabo conjuntamente ataques por motivos étnicos contra la comunidad masalit y otras comunidades no árabes en Darfur Occidental.
Amnistía Internacional había documentado anteriormente la manera en que el conflicto de Sudán está siendo alimentado por un flujo constante de armas al país, que viola de manera flagrante el embargo vigente de armas a Darfur.


