Con motivo del Día Mundial contra la Censura en Internet, ProtonMail y Amnistía Internacional unen sus fuerzas para mostrar cómo las restricciones de la red afectan a personas de todo el mundo.
Como mayor servicio mundial de correo electrónico cifrado, ProtonMail es la herramienta de privacidad preferida de periodistas, activistas y usuarios y usuarias cotidianos conscientes de la privacidad. Cuando abran hoy en sus bandejas de entrada, los dos millones de personas que utilizan ProtonMail en 150 países verán las conclusiones más recientes de la investigación de Amnistía Internacional sobre la censura en Internet.
En 2016, Amnistía Internacional documentó la situación en 55 países donde se practicaban detenciones por la expresión pacífica de opiniones en la red.
Internet es una poderosa herramienta para la libertad de expresión y el activismo, pero en malas manos puede ser también un instrumento de represión. Amnistía Internacional ha documentado casos de “tecnocensura” avanzada en todo el mundo, utilizada por los gobiernos en su afán por encontrar nuevas herramientas y tácticas para silenciar la disidencia. La variedad de tácticas de vigilancia y censura en Internet utilizadas por los gobiernos se vuelve cada año más sofisticada, “con terribles consecuencias para la libertad de expresión”, ha señalado Sherif Elsayed-Ali, director de Tecnología y Recursos Humanos de Amnistía Internacional.
“Amnistía Internacional y ProtonMail quieren que quienes creen en un Internet libre pasen a la acción. Las empresas tecnológicas que elaboran la arquitectura de Internet tienen que mejorar la seguridad, con cifrado de extremo a extremo, por ejemplo, para que podamos proteger nuestro derecho a la privacidad y la libertad de expresión en la red. Las decisiones tomadas sobre la naturaleza de Internet afectarán a nuestras sociedades durante generaciones.”
La censura en Internet en el mundo
Año tras año, gobiernos de todo el mundo restringen cada vez más la libertad en Internet. Con el bloqueo de direcciones IP, Turquía y Arabia Saudí impiden hoy el acceso a más de 50.000 y 400.000 sitios web, respectivamente, incluidos sitios de noticias y redes sociales. La Gran Muralla Cortafuegos de China continúa restringiendo Internet a más de 800 millones de usuarios.
La censura en Internet no sólo priva del derecho a la libertad de información, sino que puede también tener el terrible efecto de obstaculizar el desarrollo creativo y científico necesario para un futuro mejor.
Es práctica corriente, cada vez más, que los gobiernos corten Internet en los momentos de agitación y protesta, como hizo Etiopía en más de una ocasión durante 2016. El año pasado varios gobiernos cerraron también aplicaciones de mensajería cifrada, como Signal, en Egipto, y Whats App, en Brasil.
La censura en Internet se ve también exacerbada por el desinterés de algunas de las mayores empresas tecnológicas por la privacidad de sus usuarios. El año pasado, Yahoo confirmó que cooperaba con la Agencia Nacional de Seguridad en la aplicación de software especial de vigilancia para que este organismo revisara todos los mensajes de correo electrónico de sus usuarios.
El 21 de octubre de 2016, Amnistía Internacional advirtió de que empresas tecnológicas como Snapchat y Microsoft no aplican medidas básicas de protección en sus servicios de mensajería instantánea, con el consiguiente riesgo para los derechos humanos de los usuarios y usuarias. Sólo 3 de las 11 empresas tecnológicas examinadas por Amnistía Internacional en su clasificación de empresas atendiendo a la protección de la privacidad de los mensajes ofrecen por defecto cifrado de extremo a extremo en todas sus aplicaciones de mensajería.
Esfuerzos por poner fin a la censura en Internet
“Hoy hemos cambiado nuestra página de acceso para promover el debate sobre la privacidad online, la libertad digital y la censura en Internet. Muchos de nuestros usuarios y usuarias son periodistas, disidentes y usuarios y usuarias cotidianos que han sufrido de alguna manera restricciones de Internet o han optado por el correo electrónico cifrado para garantizar la seguridad de sus comunicaciones”, ha explicado Andy Yen, cofundador y director ejecutivo de ProtonMail.
La censura en Internet no sólo priva del derecho a la libertad de información, sino que puede también tener el desastroso efecto de obstaculizar el desarrollo creativo y científico necesario para un futuro mejor. Este mismo año ProtonMail ha lanzado un sitio oculto en Tor para luchar contra la censura, y nos complace hoy poner de relieve la valiente labor que está realizando Amnistía Internacional para proteger las libertades civiles en Internet.”