La fiscalía brasileña debe reclutar a investigadores especializados para resolver el homicidio de la defensora de derechos humanos Marielle Franco y su conductor, Anderson Gomes, si queremos conservar alguna esperanza de llevar a los responsables ante la justicia, declaró hoy Amnistía Internacional.
“Han transcurrido tres meses desde que Marielle fuese brutalmente asesinada y no estamos más cerca de saber quiénes y por qué la mataron. Esta falta de justicia es insoportable para sus seres queridos, quienes trabajaron junto a ella y otros defensores y defensoras de los derechos humanos que ahora caminan mirando a su alrededor con miedo”, explicó Jurema Werneck, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Brasil.
“Las autoridades deben agilizar sus esfuerzos para resolver este crimen horrendo. En primer lugar, la fiscalía debe garantizar un mayor control de la investigación policial mediante la movilizando de miembros de los servicios especiales de seguridad pública y grupos de trabajo en materia de delincuencia organizada.”
Tres meses después de que Marielle y Anderson fuesen abatidos por disparos en el barrio de Estacio en Río de Janeiro el 14 de marzo, las autoridades han dado a conocer escasos detalles, debido a la notoriedad del caso.
No obstante, según informes de medios de comunicación las cámaras de circuito cerrado de televisión cercanas a la escena de los homicidios habían sido apagadas poco antes de efectuarse los disparos. Los medios también informaron de que quien apretó el gatillo estaba capacitado en el manejo del arma asesina, una subametralladora, que podría haber sido tomada de un arsenal perteneciente a la Policía Civil. Según otras informaciones de los medios, la munición utilizada se sustrajo de una remesa adquirida por la Policía Federal brasileña.
“Las autoridades han indicado que están investigando estas denuncias —es lo mínimo que pueden hacer—, pero deben ir un paso más allá y garantizar que todo el caso se somete a una investigación exhaustiva, imparcial y acorde con las más altas normas internacionales”, declaró Jurema Werneck.
“Marielle dedicó su vida a luchar por los derechos de las personas más marginadas, desde la juventud negra de las favelas hasta las mujeres y las personas LGBTI. Denunció públicamente las violaciones de sus derechos, algunas por parte de la policía, desempeñando un papel esencial en hacer valer el Estado de derecho. El hecho de que haya sido silenciada constituye una amenaza grave para todas las personas que alzan la voz contra la injusticia. Este delito no puede quedar sin resolver.”
Amnistía Internacional reitera su petición de que las autoridades no sólo destapen la identidad de quienes efectuaron los disparos, sino también de quienes planearon los asesinatos.
Información complementaria
Marielle, concejala electa de la ciudad de Río de Janeiro en 2016 con el quinto número de votos más alto del municipio, se había labrado una sólida reputación como defensora de los derechos humanos. Pocos días antes de ser asesinada, había sido nombrada relatora de una comisión creada por el ayuntamiento para hacer seguimiento de la intervención federal en la seguridad pública de Río de Janeiro.
Marielle y su conductor, Anderson Gomes, fueron abatidos por disparos cuando regresaban de un debate público la noche del 14 de marzo. Se efectuaron al menos 13 disparos, cuatro de los cuales alcanzaron a Marielle en la cabeza, en lo que pareció ser un homicidio cuidadosamente planificado.