El pueblo kuy de los bosques tropicales de Prey Lang y Prey Preah Roka se ve afectado
La tala ilegal de bosques protegidos socava los derechos humanos y anula las tradiciones de los pueblos indígenas de Camboya, según ha revelado una nueva investigación de Amnistía Internacional.
En un nuevo informe, titulado ‘Our Traditions Are Being Destroyed’: Illegal Logging, Repression, and Indigenous Peoples’ Rights Violations in Cambodia’s Protected Forests, el pueblo kuy relata cómo la deforestación y las restricciones gubernamentales al acceso han perjudicado sus prácticas espirituales, sus derechos sobre las tierras, sus medios de subsistencia y su capacidad para proteger el bosque.
En las últimas décadas, Camboya ha experimentado una de las mayores tasas de deforestación de todo el mundo, y sólo desde 2011 ha perdido aproximadamente el 64% de su cobertura arbórea. Los nuevos datos analizados por Amnistía Internacional y la agencia de teledetección Space4Good han revelado una extensa deforestación reciente en las dos áreas protegidas.
Un análisis basado en las fuentes de datos de teledetección disponibles actualmente estima que en 2021 se deforestaron 6.271 hectáreas (una superficie equivalente a 8.784 campos de fútbol). Es probable que se descubra una deforestación mayor a medida que se vayan conociendo nuevos datos.
“La tala ilegal descontrolada en Camboya supone una amenaza existencial para los principales bosques que quedan en el país y para los pueblos indígenas que dependen de ellos para su sustento, su cultura y sus prácticas espirituales”, ha declarado Richard Pearshouse, director de Crisis y Medioambiente de Amnistía Internacional.
“Una y otra vez, los funcionarios del gobierno que supuestamente deben proteger estos valiosos bosques se benefician, en cambio, de su destrucción al permitir el crecimiento del comercio de la tala ilegal.
Las autoridades camboyanas deben poner fin a la tala ilegal tomando medidas inmediatas contra esta corrupción desenfrenada. Los derechos del pueblo kuy deben protegerse en todas las iniciativas de conservación”.
El informe se basa en las entrevistas con 20 activistas de la comunidad implicados en la protección de Prey Lang y Prey Preah Roka, lugares que albergan importantes poblaciones kuy y que cuentan también con santuarios de vida silvestre.
En virtud del derecho nacional e internacional de los derechos humanos, las autoridades camboyanas tienen la obligación legal de proteger los derechos humanos de los pueblos indígenas, incluidos sus derechos culturales.
Conexión cultural y espiritual
En Camboya viven aproximadamente 24 pueblos indígenas distintos, y el pueblo kuy es uno de los más numerosos.
Los pueblos indígenas de Camboya suelen mantener un estrecho vínculo con las tierras forestales ancestrales, de las que dependen su sustento y sus prácticas culturales. La tala ilegal, por tanto, no sólo amenaza la biodiversidad y el clima, sino que también socava considerablemente los derechos humanos y la cultura de los pueblos indígenas.
Todas las personas kuy entrevistadas por Amnistía Internacional expresaron preocupación por la amenaza que supone para su supervivencia cultural la extensa deforestación de ambos bosques.
Huot* declaró: “Los bosques que nos rodean son parte de la salud de nuestra comunidad: la conexión con los espíritus y el bosque en el que habitan es lo que mantiene nuestro bienestar como comunidad y el sentido de la amistad y solidaridad entre nosotros. Cuando el bosque se pierde y dejamos de mantener la conexión con los espíritus, perdemos esa sensación de bienestar”.
Thyda* describió el impacto perjudicial de la deforestación para la siguiente generación: “Siento que no queda casi nada de nuestra cultura. Las generaciones más jóvenes nunca llegarán a conocer todos los lugares importantes para nosotros en los bosques […]. Hubo poblados antiguos dentro del bosque y aún seguimos presentando nuestros respetos a los espíritus de nuestros antepasados. Ahora, la tala ha destruido estos lugares”.
Impacto económico de la deforestación
La población kuy de Prey Lang y Prey Preah Roka depende en gran medida del uso sostenible de los bosques para su subsistencia, por ejemplo, mediante la extracción de resina, una práctica que en última instancia no daña los árboles y que puede realizarse durante decenios.
La resina se vende y se utiliza de manera doméstica para la iluminación de poca intensidad, y de manera comercial para calafates, pinturas y barnices para embarcaciones. Sin embargo, los madereros ilegales se han centrado cada vez más en los árboles resinosos para utilizarlos en la producción de madera.
Existen dos especies de árboles resinosos en Prey Preah Roka, que los madereros codician en particular debido a su idoneidad para la producción de muebles y que se utilizan habitualmente en la fabricación de mesas, puertas, sillas, camas y vigas.
Thyda* explicó a Amnistía Internacional que se calcula que en los últimos años se ha perdido un 70% de los árboles resinosos de Prey Preah Roka, y añadió: “Mucha gente de fuera […] viene a robarnos los árboles cuando no estamos en el bosque, sobre todo durante la temporada del arroz, cuando lo estamos sembrando o cosechando. Es el momento en que más nos roban, porque saben que estamos ocupados en el campo, lejos de Prey Preah Roka. A veces, en un día, se cortan 30 o 40 árboles resinosos”.
Las personas entrevistadas en Prey Lang también contaron que a veces los madereros proponían comprar árboles resinosos a miembros de la comunidad, que afirmaban no tener más remedio que aceptar el precio que se les ofrecía, ya que el árbol se acabaría talando de todos modos.
Soborno y corrupción
En ambos bosques, personas del pueblo kuy describieron sistemáticamente cómo los agentes de policía y los funcionarios del Ministerio de Medioambiente exigían y aceptaban sobornos a cambio de ignorar la tala ilegal.
Una de las personas entrevistadas en relación con la situación en Prey Lang afirmó: “El gran problema es que a las autoridades, especialmente al Ministerio de Medioambiente, sólo les interesa recaudar dinero. Lo he intentado muchas veces y me he dirigido directamente a la oficina provincial del Ministerio, les he hablado de la tala y he facilitado fotografías y otras pruebas. Lo investigan, pero sólo para cobrar [sobornos] de los madereros”.
Todas las personas entrevistadas afirmaron ante Amnistía Internacional que habían sido testigos de cómo la policía de los puestos locales aceptaba descaradamente dinero de los madereros mientras transportaban sus cargamentos desde los parques, y que la policía tenía varios puestos de control establecidos con el único propósito de obtener dinero de los madereros.
Amnistía Internacional también ha documentado con anterioridad cómo las autoridades camboyanas niegan a los activistas medioambientales el acceso a los bosques tropicales y cómo la prohibición permanente en relación con las patrullas comunitarias está permitiendo que la tala ilegal prosiga sin control.
“El modelo de conservación de Camboya se caracteriza por la corrupción oficial y por el desprecio absoluto de los derechos de los pueblos indígenas. Si las autoridades camboyanas no cambian pronto de rumbo, los bosques protegidos del país serán talados ilegalmente hasta caer en el olvido”, afirmó Richard Pearshouse.
Es esencial que los grupos comunitarios dirigidos por personas indígenas tengan la capacidad y el poder de participar en las patrullas forestales y otras actividades de protección. Es sabido que los pueblos indígenas son los más eficaces protectores de sus tierras ancestrales, y la prohibición permanente de acceso a los grupos comunitarios por parte de Camboya es una flagrante violación de sus derechos humanos”.
Metodología
Entre junio y octubre de 2021, Amnistía Internacional realizó entrevistas a 20 personas de la comunidad que participan en actividades de protección de los bosques en Prey Lang y Prey Preah Roka. La mayoría de las personas entrevistadas se identificaron como indígenas kuy y todas ellas procedían de comunidades establecidas en los bosques o en sus alrededores.
El informe también se basa en información procedente de fuentes de acceso público, como la legislación nacional pertinente y las normas internacionales de derechos humanos, informes de organizaciones de la sociedad civil, artículos publicados en medios de comunicación nacionales e internacionales, así como revistas académicas.
Space4Good es una empresa social geoespacial que proporciona soluciones de seguimiento, información y verificación de la observación de la Tierra para líderes sociales y medioambientales de todo el mundo.
Nota: *Se han utilizado nombres ficticios.