En respuesta a la información publicada en los medios de comunicación, según la cual el regulador de medios de comunicación ruso, Roskomnadzor, ha ordenado a YouTube que retire un vídeo sobre el defensor de los derechos humanos crimeo y preso de conciencia Emir-Usein Kuku, la directora de Amnistía Internacional Ucrania, Oksana Pokalchuk, ha declarado:
“YouTube no debe ceder ante las demandas ilegales de Rusia y no debe desempeñar papel alguno en la brutal represión de la comunidad tártara de Crimea. Emir-Usein Kuku es un valiente defensor de los derechos humanos que ya ha pasado tres años en prisión por defender los derechos de la población tártara de Crimea. Su familia sigue sufriendo intimidación y acoso a manos de las autoridades de hecho de Crimea, y para ella será un golpe más que YouTube elimine este vídeo sobre la importante labor de este activista y sobre la persecución que padece”.
“La persecución de Emir-Usein Kuku por parte de las autoridades rusas ilustra la represión más general de la libertad de expresión que se ha ejercido desde que Rusia ocupó y se anexionó ilegalmente Crimea. Las autoridades han erradicado todas las formas de disidencia y han encarcelado a numerosos activistas tártaros de Crimea. Ahora tratan de borrar la información sobre Emir-Usein Kuku, activista de derechos humanos que defiende a otras personas.”
“YouTube debe cumplir las responsabilidades que tiene en virtud de las normas internacionales de derechos humanos y negarse a las demandas de censura del gobierno ruso. Los valores empresariales expresos de YouTube incluyen la protección de la libertad de expresión y la libertad de información, por lo que le pedimos que se atenga hoy a dichos valores.”
Emir-Usein Kuku, miembro de la comunidad indígena tártara de Crimea fue detenido el 16 de febrero de 2016 junto con otros cinco coacusados que están siendo juzgados por presunta pertenencia a Hizb ut Tahrir, movimiento islámico prohibido en Rusia desde 2003. Tanto Emir-Usein Kuku como sus coacusados niegan pertenecer a esa organización que, por otra parte, no está prohibida en Ucrania. Las autoridades rusas no han presentado ninguna prueba que sugiera que Emir-Usein Kuku o sus coacusados han planeado actos violentos o han participado en actividades delictivas reconocibles.