El 10 de octubre de 2024, con motivo del Día Mundial contra la Pena de Muerte, Amnistía Internacional Malasia pone en primer plano a Malasia, Singapur y otros países vecinos que siguen aplicando la pena de muerte —la forma más extrema de pena cruel, inhumana y degradante— a los delitos relacionados con las drogas.
Malasia y Singapur se encuentran actualmente entre los 11 únicos países del mundo de los que se tuvo noticia de que habían impuesto la pena capital por delitos relacionados con las drogas en 2023.
“Malasia hizo importantes avances con respecto a la abolición de la pena de muerte el año pasado y, en particular, ha conmutado más de 835 condenas a muerte desde el comienzo del proceso de revisión a nivel del Tribunal Federal, la máxima instancia judicial del país. Sin embargo, la abolición de la pena de muerte —especialmente para los delitos relacionados con las drogas— no puede retrasarse más”, ha declarado Qistina Johari, responsable de Campañas de Derechos Humanos de Amnistía Internacional Malasia.
“El uso de este castigo lleva mucho tiempo considerándose ilegítimo para los delitos relacionados con las drogas, en virtud del derecho y las normas internacionales de derechos humanos. La abolición de la pena de muerte en estos casos específicos es la siguiente medida decisiva que Malasia debe adoptar de manera urgente con respecto a abolición total”, ha agregado Qistina.
Al lado de Malasia, Singapur no sólo mantiene la pena de muerte preceptiva, sino que también lleva tiempo llevando a cabo ejecuciones a un ritmo alarmante, pese a la condena enérgica de la comunidad internacional. Singapur es uno de los cinco países en los que Amnistía Internacional confirmó que se habían llevado a cabo ejecuciones relacionadas con las drogas en 2023, práctica que ha continuado en 2024, en una fecha tan cercana como la semana pasada.
“Al continuar llevando a cabo ejecuciones por delitos relacionados con las drogas, Singapur viola el derecho internacional de los derechos humanos y hace caso omiso de los llamamientos mundiales para poner fin a las ejecuciones extralegales. Como consecuencia de la severidad de su legislación en materia de drogas, muchas personas de nacionalidad malasia han sido ejecutadas y otras más corren peligro inminente de ejecución en este país”, ha señalado Qistina.
Desde el 30 de marzo de 2022 —fecha en que se reanudaron las ejecuciones tras una interrupción de dos años—, Singapur ha ejecutado a 20 personas, 19 de ellas por delitos relacionados con las drogas. De estas ejecuciones, se ha confirmado que 5 tuvieron lugar en 2023, incluido el primer caso conocido de ejecución de una mujer en Singapur en 20 años.
En este momento decisivo de la historia, Malasia debe hacer todo lo posible para apoyar a sus ciudadanos y ciudadanas en peligro de ejecución en Singapur, sobre todo teniendo en cuenta que actualmente forma parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y ostentará la próxima presidencia de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático en 2025.
“La pena de muerte no nos ofrece mayor seguridad. No hay ninguna prueba de que tenga un efecto disuasorio especial frente al delito y simplemente perpetúa el ciclo de la violencia. La constante negativa de las autoridades de Singapur a reconocer los efectos devastadores de este castigo para los y las familiares de quienes se enfrentan a la ejecución, y para la sociedad en general, es cuando menos terrible”, ha afirmado Qistina.
“Aunque los avances que Malasia ha realizado hacia la abolición son muy reconocidos, el proceso dista de estar acabado. Las autoridades no deben dejar de mostrar liderazgo respecto a esta urgente cuestión de derechos humanos avanzando hacia la abolición total de la pena de muerte en Malasia, así como defendiendo la abolición en otros países”, ha proseguido Qistina.
La siguiente medida que Malasia debe adoptar sin tardanza es introducir rápidamente reformas legislativas a la Ley de Drogas Peligrosas, de 1952, para ajustarla al derecho y las normas internacionales de derechos humanos, lo que incluye derogar la pena de muerte para los delitos relacionados con las drogas y eliminar las presunciones legales de culpabilidad.
Efectos Ocultos: Singapur y la Pena de Muerte
Para poner de relieve los efectos devastadores que la pena de muerte tiene sobre las familias y apoyar el trabajo de la base de activistas contra la pena de muerte de Malasia, Amnistía Internacional Malasia (AIM), en colaboración con la Red Asiática contra la Pena de Muerte (ADPAN) y el Centro Malasio de Constitucionalismo y Derechos Humanos (MCCHR), conmemoraránel Día Mundial contra la Pena de Muerte de 2024 con un evento de dos días. Bajo el título Efectos Ocultos: Singapur y la Pena de Muerte, esta actividad se centra en el uso continuado de este castigo en Singapur, especialmente para los delitos relacionados con las drogas.
- El evento incluirá una exposición fotográfica titulada Esperanza y Dolor, que presenta varias fotografías tomadas por el reportero gráfico Piero Zilio sobre las historias de tres familias (entre ellas dos de origen malasio) afectadas por la pena de muerte en Singapur y los momentos difíciles que éstas atraviesan.
- Durante el evento también se presentará una instalación artística de OCTO, que ofrece una experiencia inmersiva de una celda de reclusión en régimen de aislamiento, yuxtapuesta con algunas cartas manuscritas en las que se pide el indulto para una persona en espera de ejecución.
- Efectos Ocultos mostrará también varias obras de arte digitales y artículos de opinión de jóvenes de Malasia que defienden la abolición de la pena de muerte, presentados al concurso de arte Creación y Justicia que han organizado MCCHR y ADPAN.
- El sábado 12 de octubre tendrá lugar una mesa redonda en la que participarán juristas, activistas y familiares que pondrán de relieve los casos de las personas malasias condenadas a muerte por delitos relacionados con las drogas en Singapur.
- El domingo 13 de octubre se proyectará el documental Menunggu Masa, que analiza los efectos de la pena de muerte sobre los y las familiares de quienes se encuentran en espera de ejecución, y después se celebrará una vigilia con velas en solidaridad con las personas malasias y de cualquier otra nacionalidad condenadas a muerte en Singapur.
- En ambos días habrá un espacio disponible para que los y las asistentes firmen peticiones en favor de Pannir Selvam, de nacionalidad malasia, condenado a muerte en Singapur y que ha agotado todas las vías de apelación.
Amnistía Internacional Malasia mantiene su compromiso de defender la abolición total de la pena de muerte, en Malasia y en los países donde continúan las ejecuciones, como Singapur. Efectos Ocultos:Singapur y la Pena de Muerte empieza el 12 de octubre, en horario de 11 de la mañana a 6 de la tarde hasta el día siguiente en el espacio Slate at the Row. Si desean más información y para inscribirse como asistentes, consulten aquí: https://bit.ly/HiddenImpact2024.
Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia del carácter o las circunstancias del delito, de las características y la culpabilidad o inocencia de la persona acusada o del método de ejecución utilizado por el Estado.