En respuesta a la sentencia emitida por la Corte Suprema de Estados Unidos en dos causas cuyo objetivo era hacer responsables a las plataformas de redes sociales del contenido de terceros, y su decisión de no revisar el artículo 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones, Pat de Brún, director adjunto de Amnesty Tech, ha declarado:
![](https://amnistia.cl/wp-content/uploads/2023/05/EEUU-TECNOLOGIA-DDHH-300x148.jpg)
![](https://amnistia.cl/wp-content/uploads/2023/05/EEUU-TECNOLOGIA-DDHH-300x148.jpg)
“En todo el mundo hay muchas comunidades, como la rohinyá en Myanmar, que piden justicia y rendición de cuentas por los daños en materia de derechos humanos que ha causado o ha contribuido a causar el modelo empresarial de las grandes empresas tecnológicas. La diligencia debida en materia de derechos humanos, eficaz y adecuadamente aplicada y regulada, podría haber evitado o mitigado los daños sufridos por la comunidad rohinyá a los que Meta contribuyó en 2017. Al no existir una normativa eficaz, hay un grave peligro de que la historia se repita una y otra vez.
“En última instancia, necesitamos una normativa adecuada para proteger los derechos humanos, incluida la libertad de expresión, pero también para exigir responsabilidades a las grandes empresas tecnológicas por los graves perjuicios que puede ocasionar la amplificación de contenido dañino. De India a Etiopía, pasando por Brasil y Estados Unidos, los algoritmos de las grandes tecnológicas, ajenos a cualquier normativa, están optimizados para maximizar los beneficios y el consumo de esta tecnología, y esto aviva las llamas de la violencia étnica, la desinformación y la comisión de graves violaciones de los derechos humanos.
“Gobiernos y legisladores tienen la obligación de derecho internacional de introducir normativas que puedan proteger nuestros derechos humanos de los abusos de las empresas. Empresas como Meta y Google deben estar sujetas a estrictos requisitos de supervisión y transparencia, incluida la diligencia debida obligatoria en materia de derechos humanos con arreglo a las normas internacionales sobre empresas y derechos humanos.”
Información general:
La investigación de Amnistía Internacional demostró que Meta había contribuido sustancialmente a la limpieza étnica y el desplazamiento forzado de más de 700.000 rohinyás en 2017, pero la empresa aún no ha proporcionado recurso efectivo a las personas supervivientes.
Amnistía Internacional ha denunciado en ocasiones anteriores cómo el modelo empresarial basado en la vigilancia que subyace a grandes empresas tecnológicas como Meta y Google amenaza gravemente toda una serie de derechos humanos.