Estados Unidos: Google debe adoptar un enfoque que respete los derechos tras declaración judicial de que su tecnología publicitaria es un monopolio

Ante la resolución judicial estadounidense que declara ilegal el monopolio de publicidad online de Google, Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, ha declarado:

“Una división del monopolio de Google que respete los derechos humanos podría ser un primer paso importante hacia un mundo online en el que se respeten estos derechos. La erosión del dominio de una sola corporación y el debilitamiento del control de Google sobre nuestros datos abren un espacio que deben ocupar actores comprometidos con la defensa de los derechos humanos”.

“El modelo actual de Google se nutre recogiendo, analizando y difundiendo a terceras partes los datos personales de la gente, y lucrándose con ellos. Este enfoque tóxico basado en la vigilancia —que comparten otras grandes empresas tecnológicas como Meta y TikTok — socava el derecho a la intimidad y da a Google el dominio absoluto del mercado sin dejar espacio para alternativas que respeten nuestros derechos”.

Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional

“Como motor de búsqueda más usado del mundo, Google ejerce un enorme poder a la hora de que la gente navegue en Internet con la seguridad de que sus datos están protegidos. Todas las empresas tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos y Google no ha demostrado adecuadamente la forma en que su modelo puede defender los derechos de quienes usan sus servicios”.

“Es sumamente difícil usar Internet sin tener que entregar datos personales a Google y a otras grandes empresas tecnológicas incluso cuando la persona usuaria no se ha suscrito a sus servicios ni ha dado su consentimiento a esta intrusión y monetización de sus datos privados”.

“Ahora que se ha declarado que los servicios de publicidad de Google son un monopolio ilegal, es hora de adoptar una división estructural de Google que respete los derechos humanos”.

Información complementaria

El Departamento de Justicia estadounidense acusó a Google de manipulación del mercado para mantener su dominio y excluir a la competencia en el mercado tecnológico de la publicidad en Internet de forma que no permitía que las personas usuarias tuvieran una alternativa que respete sus derechos.

En 2016, Google cambió su política de privacidad para permitir la integración de datos en todas sus plataformas de marketing. Este cambio le permitió personalizar la publicidad basándose en información muy personal extraída en segundo plano del uso de Internet de cada individuo.

El Departamento de Justicia estadounidense alega que Google controla el 87% del mercado publicitario de Estados Unidos. En un mercado competitivo, las personas usuarias de Internet tendrían la posibilidad de rechazar estas intrusiones a su privacidad, pero la inexistencia de proveedores de servicios alternativos no les deja otra opción que aceptar que Google recoja sus datos y se beneficie de ellos.

El Departamento de Justicia estadounidense ha ganado recientemente otro juicio antimonopolio contra Google. Un juzgado de Washington D.C. resolvió que Google había monopolizado ilegalmente el mercado de búsquedas en Internet; en ambas causas judiciales está pendiente la decisión sobre soluciones propuestas, entre otras, exigir la división de Google. Otro juicio relacionado con la tecnología publicitaria de Google en la Unión Europea está en espera de sentencia; además, se ha iniciado otro pleito en Reino Unido.

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