Tras la toma del control ayer de Mekele, capital regional de Tigré, por parte de fuerzas regionales que se impusieron al ejército etíope, Sarah Jackson, directora regional adjunta de Amnistía Internacional para África Oriental, ha afirmado:
“Amnistía Internacional sigue considerando motivo de profunda preocupación la seguridad de la población civil de Tigré, que ha soportado meses de combates y graves abusos contra los derechos humanos, incluidos crímenes de guerra, cometidos por todas las partes. En el momento en que las fuerzas gubernamentales etíopes se retiran y las fuerzas regionales de Tigré retoman el control, la protección de la población civil debe ser de la máxima importancia.
Pedimos a todas las partes que impidan nuevas matanzas y crímenes de guerra, entre otras cosas garantizando que sus tropas o las milicias aliadas a ellas no llevan a cabo ataques de represalia. Todas las partes deben garantizar el acceso sin trabas a ayuda humanitaria para toda la población civil, y trabajar para restablecer el acceso pleno a la comunicación, ya que en este momento no hay acceso a Internet ni a medios de comunicación impresos o audiovisuales.
Las Fuerzas de Defensa de Tigré, fuerza armada del Frente Popular de Liberación de Tigré, recuperaron el control de la ciudad de Mekele, capital regional de Tigré, el 28 de junio después de meses de combates con el ejército etíope —las Fuerzas de Defensa Nacional de Etiopía—, sus milicias aliadas y tropas de Eritrea.
Se temen ataques de represalia de todas las partes contra la población civil en Tigré: tropas de las Fuerzas de Defensa Nacional de Etiopía en retirada, sus fuerzas armadas aliadas y milicias en la región vecina de Amhara y fuerzas eritreas y las Fuerzas de Defensa de Tigré.
El acceso a la información se ve obstaculizado actualmente por un apagón de las comunicaciones: no hay servicio de Internet, periódicos ni emisoras de radio o televisión en la región.