En respuesta a una sentencia que condena al fabricante de software espía NSO Group a pagar más de 167 millones de dólares estadounidenses en concepto de daños y perjuicios a Whatsapp, Rebecca White, investigadora de Amnistía Internacional sobre vigilancia selectiva, ha declarado:
“Esta es una victoria trascendental en la lucha contra los abusos del software espía. NSO Group, que desarrolla el tristemente famoso y sumamente invasivo software espía Pegasus, ha estado implicado en graves violaciones de derechos humanos contra la sociedad civil, incluidos periodistas y activistas de todo el mundo”.
“Durante años, Amnistía Internacional y sus socios de la sociedad civil han documentado la manera en que las empresas de programas espía, como NSO Group, han permitido abusos contra los derechos humanos en una escala masiva. La industria de la vigilancia no ha actuado. Confiamos en que esta victoria disuada a la industria de los programas espía, a sus inversores y a sus clientes gubernamentales en todo el mundo. Esperamos que esta sentencia aporte algo de consuelo a las miles de víctimas de Pegasus. Que esta sea una señal, alta y clara, de que el cambio es inminente. Quienes usan indebidamente los programas espía para atentar contra los derechos humanos rendirán cuentas y no podrán actuar impunemente.”
Confiamos en que esta victoria disuada a la industria de los programas espía, a sus inversores y a sus clientes gubernamentales en todo el mundo.
Rebecca White, investigadora de Amnistía Internacional sobre vigilancia selectiva
“Esta decisión debe ser una llamada de atención para que los gobiernos tomen medidas proactivas y concretas para regular la industria de la vigilancia, establecer salvaguardias sobre sus prácticas relativas a la vigilancia y prohibir en su totalidad las herramientas que son inherentemente incompatibles con las obligaciones y normas de derechos humanos, como Pegasus.”
Información complementaria
Esta decisión es la culminación de una demanda de seis años de duración, presentada originalmente en el Tribunal de Distrito de California del Norte en octubre de 2019. WhatsApp y su empresa matriz, Meta, demandaron a NSO Group por utilizar los servidores de WhatsApp para atacar los dispositivos de más de 1.400 usuarios con el programa espía Pegasus. La sentencia actual vino precedida por una importante sentencia en este caso, en diciembre de 2024, que concluyó que NSO Group había atacado ilegalmente a los usuarios y la infraestructura de Whatsapp con el programa espía. Unos documentos legales revelaron por primera vez que NSO Group es la entidad que “instala y extrae” los datos de los dispositivos atacados, y no los clientes gubernamentales a los que vende la herramienta.
En 2020, Amnistía Internacional y otros socios de la sociedad civil intervinieron en la demanda WhatsApp v. NSO Group presentando un informe de amicus curiae en el que exponían las implicaciones que los ataques de Pegasus tenían en los derechos humanos y destacaban testimonios individuales de personas que habían sido atacadas.
Como continuación de su búsqueda de rendición de cuentas por violaciones de derechos humanos, en septiembre de 2024 Amnistía Internacional presentó un informe de amicus curiae en el Tribunal Civil de Bangkok en el caso del activista Jatupat Boonpattararaksa, cuyo teléfono fue infectado con el programa espía Pegasus tres veces en 2021.
En 2021,el Laboratorio sobre Seguridad de Amnistía Internacional actuó como socio técnico en el Proyecto Pegasus, que sacó por primera vez a la luz el papel de NSO Group en la crisis de programas espía a escala global.
En respuesta a una petición de AFP para que hiciera algún comentario, NSO Group declaró que “examinará cuidadosamente los detalles de la sentencia y emprenderá los recursos judiciales adecuados, incluidos nuevos procedimientos y una apelación”, y que cree que su “tecnología desempeña un papel fundamental para prevenir la delincuencia grave y el terrorismo y está desplegada de manera responsable por agencias gubernamentales autorizadas”.