Grecia: El suplicio humanitario debe terminar ya

Ante la noticia sobre el juicio contra los socorristas humanitarios Sarah Mardini y Seán Binder de que el Tribunal de Apelación de Mitilene ha devuelto el acta de acusación formal a la fiscalía por deficiencias de procedimiento —como la falta de traducción del escrito—, Nils Muižnieks, director de la Oficina Regional Europea de Amnistía Internacional, ha afirmado:
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In Greece, you can go to jail for trying to save a life. It happened to Sarah Mardini, 24, and Seán Binder, 25, when they volunteered as rescue workers for an organization in Lesvos. Their job was to spot boats in distress at sea and to help refugees.They are accused of spying, people smuggling and belonging to a criminal organization. If found guilty, Sarah and Seán could go to prison for 25 years.They already spent more than 100 days in prison before being released on bail in December 2018.Seán, now in Ireland, says the scariest thing about what happened to him “is not that it put me in jail, it’s that this can happen to anyone”. It happens when governments make criminals of people who try to help refugees instead of doing more to protect a refugee’s right to find a safe place to live. When people need to escape conflict, torture or other abuses in their countries, they often have no option but to make highly dangerous journeys to reach safety. Sarah, now in Germany, knows all about such dangers. In 2015 she fled Syria’s war, crossing the Aegean in a dinghy which nearly sank. She and her sister towed the boat to the shores of Lesvos, saving the lives of everyone on board.
“La decisión que se ha tomado hoy brinda a las autoridades otra oportunidad de poner fin a este suplicio y corregir sus propias irregularidades retirando todos los cargos, incluidas las acusaciones de delitos más graves que aún les aguardan. Los errores procedimentales planteados por el Tribunal, como el hecho de no presentar la traducción, no hacen más que empeorar lo absurdo que resulta que las autoridades griegas ataquen a quienes estaban defendiendo los derechos de las personas migrantes y refugiadas.
Han transcurrido más de cuatro años desde la apertura de esta investigación ridícula, que ha dejado la vida de Sarah y Seán en suspenso y en un estado de incertidumbre. La persecución continua que sufren, con los cargos infundados por delitos graves aún bajo investigación, plantea serias preocupaciones sobre las verdaderas intenciones de las autoridades. Este caso en un ejemplo elocuente del uso indebido del sistema de justicia penal por parte de las autoridades para castigar e impedir la labor de los defensores y defensoras de los derechos humanos”.
Información complementaria
El acta de acusación formal va a ser devuelta a la fiscalía. En cuanto a Sarah y Seán, los cargos menores restantes prescriben en febrero de 2023. La investigación sobre los delitos graves formulados en contra de estos trabajadores humanitarios —incluidos facilitación de entrada irregular, pertenencia a una organización criminal y fraude— sigue pendiente.