Ante la noticia del trágico incendio en el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, en el que ayer murió una mujer, Massimo Moratti, director de investigación de Amnistía Internacional para Europa, ha manifestado:
“El incendio declarado en el campo de refugiados de Moria, así como la muerte y las lesiones que ha causado, ponen de relieve la abyecta falta de medidas del gobierno griego y la Unión Europea (UE) para gestionar la deplorable situación de las personas refugiadas en Grecia.”
Con 12.503 personas alojadas en un campo diseñado para 3.000 y en el que ya se han producido incendios, las autoridades no pueden negar que esta tragedia podría haberse evitado. Sólo este mes han muerto tres personas.
“El acuerdo UE-Turquía, supuestamente emblemático, sólo ha servido para empeorar la situación. Priva de su dignidad a las miles de personas atrapadas en las islas del mar Egeo y vulnera sus derechos.”
“Moria está superpoblado y no es seguro. Las autoridades griegas deben tomar medidas de inmediato para evacuar y asistir —lo que incluye la prestación de servicios médicos— a las personas afectadas por los acontecimientos de ayer y acelerar el traslado de refugiados y solicitantes de asilo a alojamientos adecuados en territorio continental. Otros Estados miembros de la UE también deben ayudar acordando programas de reubicación que alivien la presión sobre Grecia.”
Información complementaria
En las últimas semanas, Amnistía Internacional ha presenciado un drástico deterioro de las condiciones de las personas refugiadas en las islas del Egeo, que actualmente suman el desconcertante número de 30.000 o más entre las diversas instalaciones. El hacinamiento ha alcanzado sus peores cotas desde 2016: Lesbos y Samos albergan el equivalente a su capacidad máxima multiplicada por cuatro y por ocho, respectivamente. La situación de los menores de edad en las islas también ha sufrido un drástico deterioro, con la trágica muerte de un afgano de 15 años en la “zona segura” del campo de Moria, lo que evidencia la falta de seguridad fundamental para los miles de niños y niñas obligados a vivir en este punto crítico.
A principios de septiembre, según anuncios públicos, el gobierno griego puso en marcha los traslados de personas refugiadas y solicitantes de asilo desde las islas hasta instalaciones en territorio continental. Tales traslados, realizados en colaboración con la Organización Internacional para las Migraciones, sólo han constituido iniciativas fragmentadas hasta la fecha. Las autoridades griegas han anunciado hoy su intención de llevar a cabo 3.000 traslados antes del fin de octubre. Sin embargo, las llegadas van en aumento desde julio de este año, y sólo la semana pasada llegaron más de 3.000 personas. La política de contención de quienes llegan a las islas del Egeo permanece sin cambios, por lo que estas medidas son manifiestamente insuficientes para resolver las condiciones prolongadas de inseguridad y falta de dignidad a las que están condenadas las personas refugiadas y solicitantes de asilo desde que empezó a aplicarse el acuerdo UE-Turquía.
Véase la reciente declaración general de Amnistía Internacional sobre la cuestión de las personas refugiadas en Grecia: https://www.amnesty.gr/news/press/article/22484/prosfygiko-na-milisoyme-epiteloys-gia-anthropines-zoes