Ante el desembarco de 297 personas refugiadas rohinyás en Lhokseumawe, provincia de Aceh, en el punto más occidental de Indonesia, Usman Hamid, director ejecutivo de Amnistía Internacional Indonesia, ha declarado:
“Las personas refugiadas rohinyás siguen dispuestas a arriesgarlo todo en busca de seguridad. Sus testimonios muestran, una vez más, lo peligrosas que pueden ser estas travesías por mar. Las personas sobrevivientes han dicho que habían muerto decenas de personas del grupo rescatado hoy.
“Es terrible que las autoridades indonesias estén esperando a que los pescadores locales tomen la iniciativa en la realización de estos salvamentos. Es el gobierno, y no ciudadanos y ciudadanas particulares, quien debería haber salvado estas vidas. El gobierno central de Indonesia debe ahora garantizar que las personas desembarcadas obtienen la protección a la que tienen derecho, lo que incluye alimentos, alojamiento y servicios de salud esenciales, incluida la protección frente a la COVID-19. Además, debe prestar asistencia al gobierno local para atender a las personas refugiadas.
“Por otra parte, la cooperación regional para las misiones de búsqueda y salvamento sigue siendo más fundamental que nunca. Pedimos a las autoridades indonesias que inicien de inmediato un diálogo regional. Con su inacción, los líderes y lideresas regionales han convertido nuestras aguas en un cementerio”.
Información complementaria
Hacia la medianoche del 7 de septiembre de 2020, fueron localizadas 297 personas refugiadas rohinyás frente a la playa de Ujong Blang, en Lhokseumawe, Aceh. Pescadores locales, previa consulta con las autoridades, las rescataron. En casos anteriores, las autoridades se habían resistido inicialmente al desembarco y sólo cedieron tras las protestas de la comunidad.
Una persona de la sociedad civil local que habló con Amnistía dijo que los 102 hombres, 181 mujeres y 14 niños y niñas llevaban siete meses en el mar. Según las fuentes, unas 30 personas murieron durante la travesía y fueron arrojadas al agua.
Al parecer, dos de las personas que llegaron estaban enfermas y han sido llevadas a un hospital local. La misma fuente dijo también que los demás refugiados y refugiadas habían sido trasladados a un centro de formación profesional local, alojamiento donde un grupo anterior de personas refugiadas rohinyás lleva residiendo los últimos meses tras desembarcar en junio.
El gobierno indonesio, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, se ha comprometido a facilitar alojamiento en Lhokseumawe a cientos de personas refugiadas rohinyás, en su mayoría mujeres y niños y niñas, de llegadas anteriores.
El gobierno dijo también que estaba trabajando con el alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones para garantizar el bienestar de las personas refugiadas.