Irán: La germano-iraní Nahid Taghavi, por fin en libertad

Tras más de 1.500 días de detención arbitraria, la activista de los derechos de las mujeres Nahid Taghavi, que tiene doble nacionalidad alemana-iraní, ha sido puesta en libertad. Regresó a Alemania el 12 de enero. Amnistía Internacional lleva haciendo campaña por su liberación y pidiendo que se ponga fin a la retahíla de violaciones de derechos humanos que ha sufrido desde que la activista, que vive en la ciudad alemana de Colonia, fue detenida en Irán. Su liberación debe ser ahora la primera de muchas otras en Irán.

La hija de Nahid Taghavi, Mariam Claren, activista de derechos humanos, ha declarado: “Mi madre ha vuelto por fin a casa. No tenemos palabras para describir nuestra felicidad. Al mismo tiempo, nos afligen los cuatro años que la retuvieron lejos de nuestro lado y los horrores que tuvo que soportar en la prisión de Evin.

“En Irán hay muchos más presos y presas de conciencia como mi madre que continúan encarcelados. Cientos corren peligro de ser ejecutados. Las autoridades iraníes no deben seguir gozando de impunidad por sus actos.”

Julia Duchrow, secretaria general de Amnistía Internacional en Alemania, ha declarado: “Nos entusiasma la liberación de Nahid Taghavi y nos alegramos muchísimo por ella y su familia. Nahid Taghavi fue detenida exclusivamente por ejercer de forma pacífica su derecho a la libertad de expresión; nunca debería haber sido encarcelada, para empezar.”

“Su historia ilustra la de tanta gente que usa su voz —ya sea de forma destacada o como fondo— para oponerse a la represión ejercida por las autoridades iraníes. Esto la convierte en parte de un movimiento mundial que lucha por la libertad y la justicia. Un movimiento que Amnistía Internacional seguirá apoyando.”

“Pedimos a las autoridades iraníes que respeten el derecho de todas las personas a la libertad de expresión y reunión, y que pongan fin a las detenciones arbitrarias y la tortura en el país. Las autoridades deben poner en libertad inmediata e incondicional a decenas más de personas que tienen doble nacionalidad, y deben liberar a todas las que han sido detenidas arbitrariamente, así como a muchas otras, entre las que hay presos y presas de conciencia. Deben establecer de inmediato una moratoria de las ejecuciones, como paso previo a la abolición total de la pena de muerte. Esto es algo sobre lo que el gobierno alemán y la comunidad internacional deberían presionar con más urgencia. De igual modo, las autoridades deben buscar una manera efectiva de asegurarse de que las violaciones de derechos humanos no siguen impunes en Irán.”

Información complementaria

Nahid Taghavi, que vive en la ciudad alemana de Colonia y ha sido políticamente activa desde sus días de estudiante, fue detenida durante una visita a Teherán en octubre de 2020. Posteriormente fue condenada, tras un juicio injusto, a 10 años y 8 meses de prisión por cargos de pertenecer a un “grupo ilegal” y llevar a cabo “actividades de propaganda contra el Estado”. Los cargos presentados contra ella eran falsos. Nahid Taghavi fue torturada y pasó meses recluida en régimen de aislamiento.

Amnistía Internacional ha documentado la manera en que las autoridades iraníes violan sistemáticamente las normas internacionales sobre juicios justos, desde el momento en que las personas son detenidas arbitrariamente hasta su condena tras juicios injustos.

Desde que fue detenida hasta que fue condenada, Nahid Taghavi estuvo recluida en régimen de aislamiento más de 7 meses. No tenía cama; tenía que dormir en el suelo sin siquiera una almohada. Estaba sometida a vigilancia las 24 horas del día, todos los días de la semana, y sólo le permitían salir para tomar aire fresco durante 30 minutos al día, con los ojos vendados. Estas condiciones de reclusión crueles e inhumanas han tenido duras consecuencias para la activista. Su salud se deterioró considerablemente tras su encarcelamiento.

En julio de 2022, Nahid Taghavi fue puesta en libertad condicional por razones de salud porque su estado era grave. Sin embargo, el 13 de noviembre de 2022 fue enviada de vuelta a prisión, a pesar de que continuaba con el tratamiento médico. En 2024 fue liberada temporalmente por motivos de salud en otras dos ocasiones, en las que la pusieron bajo arresto domiciliario en su apartamento, le colocaron una tobillera de seguridad y le prohibieron alejarse de su casa más de un radio de 1.000 metros.

En los últimos años, las autoridades iraníes han detenido a decenas de personas de doble nacionalidad, entre ellas periodistas, docentes de universidad y defensores y defensoras de los derechos humanos. Ya en 2019, el entonces relator especial sobre la situación de los derechos humanos en la República Islámica de Irán, Javaid Rehman, y el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria señalaron que las autoridades iraníes llevaban mucho tiempo utilizando una táctica de detener arbitrariamente, como moneda de cambio, a personas de doble ciudadanía o de ciudadanía extranjera.

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