En respuesta a la sentencia de la Corte Suprema en la causa D.V.D. v. U.S. Department of Homeland Security,que permite al gobierno de Trump continuar deportando a personas a países que no son los designados para ello sin notificación previa, sin el debido proceso y sin darles la oportunidad de demostrar su temor verosímil a sufrir daños, Amy Fischer, responsable de campañas sobre Derechos de las Personas Refugiadas y Migrantes de AI Estados Unidos, ha declarado:
“La sentencia es inconcebible y constituye una afrenta para los derechos humanos y el Estado de derecho. La Corte Suprema ha autorizado de hecho al gobierno de Trump a deportar a personas a países en los que pueden ser encarceladas, torturadas y sufrir otras violaciones graves de derechos humanos, y a hacerlo sin tan siquiera notificárselo previamente y sin darles la oportunidad del debido proceso. Dicho de otra forma: la Corte Suprema da vía libre al presidente Trump mientras éste expulsa a la gente a cualquier país del mundo cuyo gobierno esté dispuesto a hacer el trabajo sucio de su agenda racista y contraria a la inmigración.
“Resulta igualmente alarmante que esta decisión indica al presidente Trump que tiene autoridad para soslayar el Estado de derecho e ignorar resoluciones de tribunales inferiores con las que no está de acuerdo.
“El gobierno de Trump, con su implacable ataque contra las personas inmigrantes, está destrozando familias, poniendo en peligro vidas y pasando por alto las obligaciones jurídicas que tiene Estados Unidos, tanto en virtud de sus leyes nacionales como del derecho internacional. Y ahora esta sentencia, en vez de decirle que debe respetar el Estado de derecho y mantener y defender los derechos humanos, le da luz verde para redoblar sus ataques contra la inmigración.