Alemania debe reconocer plenamente su responsabilidad legal por el genocidio y otros crímenes coloniales que cometió en Namibia y otorgar reparación a los descendientes de las víctimas. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy en el aniversario de una de las “órdenes de exterminio” dictadas en el genocidio colonial alemán contra los pueblos indígenas ovaherero y nama. Más de un siglo después de las proclamaciones de exterminio alemanas, los descendientes de las víctimas siguen sufriendo los efectos del genocidio.
Amnistía Internacional pide además a los gobiernos de Alemania y Namibia que garanticen la participación plena, efectiva y significativa de los pueblos ovaherero y nama en todo mecanismo o proceso de reparación que se establezca para abordar las violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado y el duradero legado de la brutal era colonial alemana.
El gobierno alemán sigue negando que tenga el deber jurídico de otorgar reparación a los pueblos ovaherero y nama. Sin embargo, en virtud del derecho internacional, los Estados que han participado en crímenes coloniales y otras violaciones de derechos humanos tienen el deber de proporcionar reparaciones completas, rápidas y efectivas, que incluyan restitución, compensación, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición.
“Resulta vergonzoso que más de cien años después de que las fuerzas coloniales alemanas llevaran a cabo un genocidio contra los pueblos nama y ovaherero, Alemania no haya entablado consultas significativas con estas comunidades ni haya otorgado reparación”, ha manifestado Tigere Chagutah, director de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral. “No puede haber una justicia auténtica si las personas afectadas están excluidas de las conversaciones. Las víctimas y las comunidades afectadas deben ocupar el centro de cualquier proceso de reparación de los legados coloniales.”
En una declaración conjunta establecida en 2021 entre los gobiernos namibio y alemán, las autoridades alemanas acordaron pagar al gobierno namibio aproximadamente 1.100 millones de euros a lo largo de un periodo de 30 años para apoyar “programas de reconstrucción y desarrollo.” Sin embargo, la ayuda al desarrollo no sustituye las reparaciones completas y efectivas. Cuando la antigua potencia colonial establece las condiciones para la provisión de asistencia a una antigua colonia, la ayuda al desarrollo puede reforzar y perpetuar legados coloniales y jerarquías de poder, en lugar de romper con ellos.
Resulta vergonzoso que más de cien años después de que las fuerzas coloniales alemanas llevaran a cabo un genocidio contra los pueblos nama y ovaherero, Alemania no haya entablado consultas significativas con estas comunidades ni haya otorgado reparación.
Tigere Chagutah, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Austral
Las negociaciones entre los dos gobiernos que condujeron a la declaración fueron también deficientes, ya que no incluyeron la participación significativa de representantes de los pueblos ovaherero y nama.
Namibia también ha fallado a los pueblos ovaherero y nama al no garantizar la participación significativa y efectiva de sus representantes en las conversaciones con Alemania.
Algunos órganos de tratados de la ONU y titulares de mandatos especiales han criticado la falta de participación de las comunidades afectadas en la elaboración de la declaración, y han afirmado que debe permitirse a los propios ovaherero y nama dar forma al proceso de reparación.
El primer genocidio del siglo XX
En lo que ahora los expertos reconocen como el primer genocidio del siglo XX, las tropas coloniales alemanas ejecutaron y mataron de hambre sistemáticamente a miles de hombres, mujeres, niños y niñas ovaherero y nama entre 1904 y 1908.
Se calcula que durante ese periodo se dio muerte al 80% del pueblo ovaherero y al 50% del nama.
Las personas que sobrevivieron a las masacres fueron capturadas por las tropas alemanas y detenidas en “konzentrationslager” (“campos de concentración”, en alemán) establecidos por las autoridades coloniales por todo Namibia. Muchas de estas personas murieron por malnutrición, enfermedad y agotamiento causados por las condiciones inhumanas y por el brutal trabajo forzado al que eran sometidas. A las mujeres y las niñas las violaban sistemáticamente y las sometían a otras formas de violencia sexual. Los cráneos de las personas que morían en los campos se enviaban a universidades y museos de Alemania para investigación pseudocientífica racista, y muchos continúan en Alemania hoy día.
Los legados del genocidio
La desposesión de sus tierras ancestrales y la pérdida de patrimonio cultural provocada por el genocidio ha causado un daño irreparable y transgeneracional a las personas de ascendencia nama y ovaherero.
“Hoy, los pueblos ovaherero y nama siguen siendo una minoría en Namibia. Nuestro reducido número es consecuencia directa del genocidio, y esta realidad sigue atormentándonos. Nos ha dejado políticamente vulnerables, con pocas oportunidades de conformar la dirección del país mediante las urnas. Por eso el gobierno namibio se muestra tan indiferente a nuestras peticiones de participar en las negociaciones que nos afectan”, ha manifestado Jephta Nguherimo, activista namibio y fundador de la Fundación para la Conmemoración y Reconstrucción del Pueblo Ovaherero.
Más de cien años después de la desposesión de sus tierras, los pueblos ovaherero y nama siguen sin tener acceso a algunas de sus tierras ancestrales y sus lugares de patrimonio histórico.
Hoy, los pueblos ovaherero y nama siguen siendo una minoría en Namibia. Nuestro reducido número es consecuencia directa del genocidio, y esta realidad sigue atormentándonos. Nos ha dejado políticamente vulnerables, con pocas oportunidades de conformar la dirección del país mediante las urnas.
Jephta Nguherimo, activista de Namibia
“Es inconcebible que los descendientes de las víctimas necesiten permiso para acceder a sus tierras ancestrales para conmemorar y mostrar su respeto a sus antepasados”, ha declarado Tigere Chagutah. “Como si la desposesión colonial no fuera bastante, los pueblos indígenas de Namibia se enfrentan hoy también a nuevas formas de desposesión impulsadas por la extracción de recursos naturales y la transición a energías renovables.”
Los pueblos ovaherero y nama piden la devolución de los cadáveres de sus antepasados muertos durante el genocidio y de los objetos robados que aún permanecen en museos y universidades de Alemania.
También piden la preservación de los lugares de enterramiento de sus antepasados que murieron en los campos de concentración y de trabajo forzado.
“Nosotros, los nama gaogu, seguiremos luchando por la justicia restaurativa, tal como dijo elocuentemente Gaob PSM Kooper, nuestro expresidente de la Asociación de Líderes Tradicionales Nama: Muramos luchando”, ha declarado la Asociación.
Información complementaria
El 2 de octubre de 1904, el general Lothar von Trotha, comandante de las fuerzas imperiales alemanas, emitió una proclamación en la que pedía el exterminio del pueblo Ovaherero. Unos meses después, el 22 de abril de 1905, el general von Trotha emitió otra proclamación en la que pedía el exterminio del pueblo nama.
Se calcula que más de 75.000 personas ovaherero y nama murieron entre 1904 y 1908, junto con miles de otros pueblos indígenas, entre ellos los san y los damara.
En 2023, representantes de la Autoridad Tradicional Ovaherero, la Asociación de Líderes Tradicionales Nama y el Movimiento de los Sin Tierra presentaron ante el Tribunal Superior de Namibia una demanda para que se declarara ilegal la declaración entre los gobiernos namibio y alemán, alegando que viola la Constitución de Namibia y el derecho internacional.
La construcción prevista de un gran proyecto de energías renovables por parte de una empresa conjunta británico-alemana en tierras ancestrales nama en el Parque Nacional Tsau ||Khaeb ha sido impugnada por la Asociación de Líderes Tradicionales Nama por perpetuar los patrones coloniales de desposesión de tierras. En una presentación al Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, la Asociación de Líderes Tradicionales Nama y otros grupos de la sociedad civil han alegado que el pueblo nama no ha sido consultado de manera significativa sobre el desarrollo del proyecto, un proyecto que viola sus derechos como pueblo indígena a la libre determinación y al consentimiento libre, previo e informado.