Haití: Las autoridades deben proteger de las amenazas de muerte a las familias de una activista y un periodista asesinados

Diego Charles y Antoinette Duclaire fueron atacados la noche del 29 de junio

Las familias y los testigos sufren amenazas mientras la investigación se estanca

Las autoridades haitianas deben proteger a las familias del periodista Diego Charles y la activista Antoinette Duclaire, asesinados, que están recibiendo amenazas de muerte e intimidación. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy, al pedir que progrese la investigación sobre ambas muertes.

En medio del caos que rodea al asesinato del presidente Jovenel Moïse, de la delincuencia violenta y de la profunda crisis de derechos humanos que afecta al país, las personas periodistas y defensoras de derechos humanos sufren cada vez más ataques.

Los familiares y personas de confianza de Diego Charles y Antoinette Duclaire dijeron a Amnistía Internacional que los dos habían recibido amenazas antes de su asesinato, y ahora también ellos sufren intimidación por hablar con las autoridades.

“Las afligidas familias de Diego Charles y Antoinette Duclaire deben ser protegidas mientras siguen buscando justicia, y los testigos deben tener libertad para hablar con la policía sin intimidación”, ha manifestado Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

“Las autoridades haitianas deben investigar exhaustivamente los asesinatos a sangre fría de Diego Charles y Antoinette Duclaire, que probablemente perdieron la vida por su trabajo de derechos humanos y su búsqueda de la verdad.”

“Las autoridades deben hacer más para garantizar la seguridad de periodistas, activistas y defensores y defensoras de los derechos humanos, que permanecen en un riesgo extremo simplemente por hacer su trabajo y ejercer su derecho a la libertad de expresión.”

Diego Charles era periodista de Radio Vision 2000 y del sitio web Larepiblik Magazine, que había cofundado junto con Antoinette Duclaire. Antoinette Duclaire (conocida por familiares y amistades como “Netty”) era activista política y de derechos humanos, una destacada crítica del gobierno y miembro del movimiento de oposición política Matris Liberasyon. Los dos habían recibido amenazas de muerte antes de su asesinato.

Se ha realizado la autopsia a los dos cadáveres, según las familias. Sin embargo, según se ha informado, los informes policiales y de las autopsias aún no han concluido o no han sido entregados a las autoridades judiciales.

Intimidación de familias y testigos

Amnistía Internacional examinó un informe de un agente de la policía judicial que revelaba que Diego había recibido dos disparos y Antoinette, siete, uno de ellos en la cabeza. Los dos tenían 33 años.

Murieron a manos de atacantes armados no identificados que viajaban en motocicletas, ante la casa de Diego Charles en el barrio de Christ-Roi, en Puerto Príncipe. A Antoinette le dispararon mientras estaba sentada en su auto; a Charles, en la entrada de su casa tras salir del auto.

Un testigo contó a Amnistía Internacional que habían oído un breve intercambio de palabras entre las víctimas y los atacantes; entre otras, a Antoinette gritar: “¡No, no nos disparen!”.

El 30 de junio, unos atacantes desconocidos dispararon al aire ante la casa de Diego, el lugar donde se había cometido el delito, y también ante la casa de Antoinette, donde familiares y amistades estaban de duelo. Los familiares y los vecinos del barrio dijeron que esas rondas de disparos eran un claro acto de intimidación, destinado a impedir que los testigos hablaran sobre lo acontecido.

Amnistía Internacional entrevistó a nueve personas, entre ellas familiares y colegas de las dos víctimas, así como a dos miembros de la sociedad civil y a un testigo de los asesinatos. A muchas de las personas entrevistadas les preocupaba su seguridad, y creían que corrían peligro de sufrir represalias.

Frede Duclaire, hermano de Antoinette, contó a Amnistía Internacional que, en los últimos meses, la familia había sido objeto de múltiples amenazas y actos de intimidación, incluido un tiroteo dirigido contra el domicilio familiar el 23 de febrero, y dijo que, desde diciembre de 2020, Antoinette llevaba cambiando regularmente el lugar en el que dormía. Frede contó: “Incluso después del asesinato de Netty, siguieron llamándonos; nos decían que no habíamos visto nada, que ‘lo peor est[aba] aún por llegar’”.

Según dijo, no confiaba en que la policía investigara; afirmó sobre las autoridades: “No me fío de ellas, y en realidad no me creo nada de lo que digan. No están dispuestas a hacer nada. El sistema de justicia que tenemos en Haití es muy flojo, y no tiene los recursos para hacer un seguimiento”.

Marie Samuelle Charles, hermana de Diego, contó: “Me gustaría [que las autoridades] […] descubr[ieran] qué sucedió. Mi hermano sólo tenía 33 años. Trataba de hacer todo lo que la sociedad esperaba de él. Trabajaba muchísimo. Quiero saber qué le sucedió. ¿Por qué lo mataron?”

Ataques a periodistas y falta de confianza en las autoridades

En los últimos años ha habido un agudo incremento de los ataques contra periodistas y personas que defienden los derechos humanos en Haití. Sin embargo, quienes trabajan en el país han declarado que tienen poca confianza en que las autoridades concluyan cualquier investigación sobre los ataques u homicidios que se hayan cometido.

Jacques Desrosiers, secretario general de la Asociación de Periodistas de Haití, ha declarado: “La policía y el sistema de justicia dicen que han abierto una investigación, pero hasta ahora no ha habido ningún resultado final. La policía no hace más que declarar que la investigación está en proceso, que está en curso, que continuarán con ella; detienen a una o dos personas, pero no es más que simple palabrería.”

“Quiero que las autoridades haitianas pongan fin a la impunidad por los delitos contra periodistas. Mientras la policía y el sistema de justicia no concluyan sus investigaciones y presenten sus conclusiones, la impunidad continuará. Mientras no haya justicia para los periodistas asesinados, la situación seguirá igual, y la impunidad prevalecerá.”

Información complementaria

Haití ha estado sumido en la inestabilidad política en los últimos años, con protestas, violencia generalizada y prolongadas crisis políticas y constitucionales, así como el reciente asesinato del presidente Jovenel Moïse, cometido una semana después de los asesinatos de Diego Charles y Antoinette Duclaire.

Los periodistas y los defensores y defensoras de los derechos humanos corren especial peligro. Al gobierno haitiano se lo ha acusado de complicidad en los ataques en gran escala perpetrados por bandas entre 2018 y 2020 en barrios empobrecidos. En un informe publicado este año, la ONU destacó el incremento de las violaciones de derechos humanos.

Haití tiene la obligación de respetar, proteger y realizar el derecho a la vida, entre otros derechos fundamentales consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en los que es Estado Parte. También tiene la obligación de llevar a cabo investigaciones exhaustivas, independientes e imparciales sobre estas muertes, y garantizar que los presuntos autores comparecen ante la justicia en juicios justos.