Ante la decisión adoptada a puerta cerrada por el Tribunal Supremo de Rusia de denominar “organización terrorista” a la Fundación Anticorrupción (ACF/FBK), fundada por colegas del fallecido preso de conciencia Aleksei Navalny, Marie Struthers, directora para Europa Oriental y Asia Central de Amnistía Internacional, ha declarado:
“La larga campaña del Kremlin contra el fallecido líder de la oposición Aleksei Navalny y quienes le siguen ha llegado a un impresionante extremo. Al etiquetar a la FBK de ‘organización terrorista’ en unas actuaciones judiciales arbitrarias celebradas a puerta cerrada, las autoridades no sólo difaman el legado de Navalny y tratan de borrarlo, sino que también exponen a decenas de miles de personas ciudadanas rusas relacionadas con él en los últimos 15 años al riesgo potencial de enjuiciamiento. Publicar una foto de Navalny ya era suficiente para dar lugar a graves consecuencias personales; ahora garantizará la detención y la cárcel”.
La larga campaña del Kremlin contra el fallecido líder de la oposición Aleksei Navalny y quienes le siguen ha llegado a un impresionante extremo.
Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central
“Las autoridades rusas deben dejar de utilizar la legislación antiterrorista para silenciar a las personas críticas, deben revocar la prohibición de la FBK, poner fin a la persecución de personas presuntamente relacionadas con ella y garantizar una investigación internacional independiente sobre la tortura y otros malos tratos, y muerte bajo custodia de Aleksei Navalny.”
Información complementaria
El 27 de noviembre de 2025, el Tribunal Supremo resolvió a favor de la petición de la Fiscalía General de reconocer como “organización terrorista” a la Fundación Anticorrupción inscrita en Estados Unidos como sucesora de la prohibida FBK rusa. La vista se celebró a puerta cerrada y fue presidida por el mismo juez que había prohibido por “extremistas” los inexistentes “movimiento internacional LGBT” y el “movimiento satánico internacional”.
La FBK, fundada por la destacada figura de la oposición Aleksei Navalny en 2011, se hizo famosa por sus investigaciones sobre la corrupción en el gobierno ruso y movilizar el apoyo popular a sus campañas antisobornos. Las autoridades rusas prohibieron la asociación en 2021 por ser una “organización extremista” y sus presuntos miembros y donantes han sido objeto de enjuiciamientos injustos.


