Abubakar Hassan Mohamed Taha, estudiante de primer curso de ingeniería en la Universidad de Kordofán en Al Obeid, la capital del estado de Kordofán del Norte, murió por un disparo en la cabeza. Otros 27 estudiantes resultaron heridos, cinco de ellos de gravedad.
“Este violento ataque es otro aterrador episodio más de una serie de violaciones de derechos humanos contra estudiantes universitarios en todo Sudán, y subraya la determinación del gobierno de erradicar los últimos vestigios de disidencia”, ha manifestado Muthoni Wanyeki, directora regional de Amnistía Internacional para África Oriental, el Cuerno de África y los Grandes Lagos.
“La censurable violencia de los agentes del Estado contra los estudiantes debe ser objeto de una investigación exhaustiva e imparcial, y los responsables deben comparecer ante la justicia.”
Los estudiantes marchaban pacíficamente hacia la sede del sindicato de estudiantes para presentar su lista de candidatos partidarios de la oposición para las elecciones sindicales previstas para ese día.
Poco después del inicio de la marcha, unos agentes del Servicio de Inteligencia y Seguridad Nacional los interceptaron, en un intento de impedirles participar en las elecciones.
Un estudiante dijo a Amnistía Internacional que había visto 15 camionetas llegar a la universidad cargadas de agentes del Servicio de Inteligencia y Seguridad Nacional armados con rifles AK47 y con pistolas, y que empezaron a disparar contra la multitud.
El mes pasado, durante una manifestación pacífica en protesta por la mala prestación de servicios, unos agentes de seguridad golpearon y dispararon gas lacrimógeno a estudiantes de esa misma universidad; hirieron a 15, y detuvieron a otros siete.