•La peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.
•Un millón de refugiados necesita urgentemente reasentamiento.
•Cuatro millones de refugiados sirios luchan por sobrevivir en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto.
•Hay más de tres millones de refugiados en el África Subsahariana, y desde 2013 sólo se ha ofrecido reasentamiento a una pequeña parte de ellos.
•En 2014 se ahogaron 3.500 personas cuando trataban de cruzar el mar Mediterráneo; 1.865 en lo que va de 2015.
•En los primeros tres meses de 2015 murieron 300 personas en el mar de Andamán a causa del hambre, la deshidratación y los abusos de las tripulaciones de los barcos en los que viajaban.
Los líderes del mundo están condenando a millones de refugiados a una existencia insoportable y a miles de personas a muerte al no proporcionarles protección humanitaria esencial, ha declarado Amnistía Internacional en la presentación de un nuevo documento en Beirut hoy, con motivo del Día Mundial del Refugiado, el 20 de junio.
La crisis de refugiados mundial: Una conspiración para el abandono explora el sobrecogedor sufrimiento de millones de refugiados, desde Líbano hasta Kenia, desde el mar de Andamán al Mediterráneo, y reclama un cambio radical en la forma en que el mundo aborda el problema de los refugiados.
“Estamos presenciando la peor crisis de refugiados de nuestra era, en la que millones de mujeres, hombres y niños luchan por sobrevivir en medio de guerras brutales, redes de traficantes de seres humanos y gobiernos que persiguen intereses políticos egoístas en lugar de mostrar una compasión humana básica”, afirmó Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
“La crisis de los refugiados es uno de los retos que definen el siglo XXI, pero la respuesta de la comunidad internacional es un vergonzoso fracaso. Necesitamos una reforma radical de la política y la práctica para crear una estrategia global coherente e integral.”
Amnistía Internacional presenta una propuesta para reforzar el sistema de protección de los refugiados y pide a los Estados que hagan compromisos firmes para cumplir sus obligaciones legales individuales y renueven su compromiso con el reparto internacional de la responsabilidad. Entre las medidas que Amnistía Internacional pide a los gobiernos que adopten figuran las siguientes:
•El compromiso de reasentar colectivamente en los próximos cuatro años al millón de refugiados que necesitan actualmente reasentamiento.
•La creación de un fondo global para los refugiados que cubra todos los llamamientos humanitarios de la ONU para crisis de refugiados y proporcione apoyo económico a países que acogen a gran número de refugiados.
•La ratificación global de la Convención sobre los Refugiados de la ONU.
•Desarrollar sistemas nacionales justos para evaluar las solicitudes del estatuto de refugiado y garantizar que los refugiados tienen acceso a servicios básicos, como la educación y la atención sanitaria.
“El mundo no puede seguir mirando sentado mientras países como Líbano y Turquía asumen cargas tan enormes. No se debería permitir que un país se ocupe de una emergencia humanitaria masiva con tan poca ayuda de los demás, sólo porque comparte frontera con un país en conflicto”, añadió Salil Shetty.
“Los gobiernos de todo el mundo tienen la obligación de garantizar que nadie muere mientras trata de alcanzar la seguridad. Es esencial que ofrezcan un lugar seguro a refugiados desesperados, establezcan un fondo global para los refugiados y adopten medidas efectivas para enjuiciar a las bandas de traficantes de personas. Ya es hora de aumentar la protección de los refugiados; todo lo que no sea eso convertirá a los líderes del mundo en cómplices de esta tragedia evitable.”
Siria: La mayor crisis de refugiados del mundo
Más de cuatro millones de refugiados han huido de Siria, y el 95 por ciento está en sólo cinco países de acogida: Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto.
Estos países se esfuerzan ahora por lidiar con la situación. Ni la comunidad internacional los ha ayudado ni las agencias humanitarias que ayudan a los refugiados les han proporcionado recursos suficientes. Pese a los llamamientos del ACNUR, la Agencia para los Refugiados de la ONU, se han ofrecido a los refugiados sirios demasiados pocas plazas de reasentamiento.
La situación es tan desesperada que algunos de los países vecinos de Siria han recurrido a medidas profundamente inquietantes, como negar a personas desesperadas la entrada en su territorio y devolver a personas al conflicto.
Desde principios de 2015, Líbano ha restringido severamente la entrada de personas que huyen de Siria. Las autoridades libanesas emitieron unas nuevas directrices por las que los nacionales sirios deben cumplir unos criterios concretos para entrar. Desde la imposición de estos criterios, ha habido una reducción significativa de las inscripciones de refugiados sirios: en el primer trimestre de 2015, el ACNUR inscribió un 80 por ciento menos de refugiados sirios que en el mismo periodo de 2014.
El Mediterráneo: la ruta marítima más peligrosa
El Mediterráneo es la ruta marítima más peligrosa para las personas refugiadas y migrantes. En 2014, 219.000 personas hicieron la travesía en condiciones enormemente arriesgadas y 3.500 murieron en el intento.
En 2014, las autoridades italianas rescataron a más de 166.000 personas. Sin embargo, en octubre de ese año, Italia, bajo la presión de otros Estados miembros de la UE, canceló la operación de salvamento Mare Nostrum, que fue sustituida por la operación Tritón, mucho más limitada (a cargo de Frontex, la agencia de fronteras de la UE).
La operación Tritón contaba con menos barcos y su área de operaciones estaba alejada de la zona desde la que se hacen la mayoría de las llamadas de socorro. Esto contribuyó a un dramático aumento del número de muertes en el Mediterráneo: a 31 de mayo de 2015, 1.865 personas habían perdido la vida tratando de cruzar este mar, frente a las 425 fallecidas en el mismo periodo de 2014 (según la Organización Internacional para las Migraciones).
Tras varios casos terribles de muertes en el Mediterráneo, a finales de abril, los líderes europeos aumentaron por fin los recursos dedicados a las operaciones de búsqueda y salvamento. Así, se ampliaron los recursos y el área de operaciones de Tritón para cubrir los de Mare Nostrum. Además, algunos Estados europeos, como Alemania, Irlanda y el Reino Unido, han desplegado barcos y aviones que se suman a los recursos de la operación Tritón para aumentar aún más la capacidad de ayudar a personas en el mar. Estas medidas, que Amnistía Internacional llevaba tiempo propugnando, son un importante paso para aumentar la seguridad en el mar de las personas refugiadas y migrantes.
La Comisión Europea ha propuesto asimismo que los Estados de la UE ofrezcan 20.000 plazas de reasentamiento adicionales para refugiados procedentes de fuera de la Unión. Aunque esta propuesta es un paso adelante, 20.000 es una cifra demasiado pequeña para contribuir adecuadamente al reparto internacional de la responsabilidad.
Por ejemplo, es probable que los refugiados sirios que se enfrentan a una asistencia humanitaria reducida en los principales países de acogida y no tienen ninguna perspectiva de regresar a casa en un futuro próximo, sigan intentando cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa. Sin rutas alternativas seguras y legales suficientes para los refugiados —pero también para los migrantes— la gente seguirá jugándose la vida.
África: Crisis olvidadas
Hay más de tres millones de refugiados en el África Subsahariana. Los estallidos de combates en países como Sudán del Sur y la República Centroafricana han provocado el aumento del número de personas en movimiento que huyen de los conflictos y de la persecución. De los primeros 10 países de origen de refugiados del mundo, cinco están en el África Subsahariana. Cuatro de los 10 países que más refugiados acogen están asimismo en esta región.
Los conflictos y crisis de la región han provocado la entrada de refugiados en los países vecinos, muchos de los cuales ya acogen a refugiados de larga duración procedentes de países como Somalia, Sudán, Eritrea y Etiopía, entre otros.
En algunas de estas situaciones, como las de Sudán del Sur y Sudán, los refugiados están en países que padecen a su vez conflictos.
Las crisis de refugiados de África reciben poca o ninguna atención en los foros políticos regionales o mundiales. En 2013, fueron reasentados menos de 15.000 refugiados procedentes de países africanos, y los llamamientos humanitarios de la ONU no reciben fondos suficientes. Por ejemplo, como consecuencia del conflicto que estalló en Sudán del Sur en diciembre de 2013, más de 550.000 personas de convirtieron en refugiados, la mayoría de los cuales está ahora en Etiopía, Sudán, Kenia y Uganda. A 3 de junio de 2015, sólo estaba financiado el 11 por ciento del plan de respuesta regional para los refugiados de Sudán del Sur de la ONU.
Sureste Asiático: Rechazar a los desesperados
En el primer trimestre de 2015, el ACNUR informó de que habían intentado cruzar la bahía de Bengala alrededor de 25.000 personas, aproximadamente el doble de la correspondiente al mismo periodo de 2014. La ruta marítima de la bahía de Bengala es empleada sobre todo por rohingyas musulmanes procedentes de Myanmar y nacionales bangladeshíes.
El 11 de mayo, la Organización Internacional para las Migraciones calculaba que había 8.000 personas en embarcaciones a la deriva cerca de Tailandia. Se creía que muchas de estas personas eran rohingyas que huían de la persecución auspiciada por el Estado en Myanmar.
Durante el mes de mayo, Indonesia, Malaisia y Tailandia rechazaron barcos que llevaban a bordo a cientos de refugiados y migrantes que necesitaban desesperadamente ayuda, pese a los riesgos que afrontaban. El ACNUR calcula que 300 personas murieron en el mar en los primeros tres meses de 2015 a causa del “hambre, la deshidratación y los abusos de las tripulaciones de los barcos”.
El 20 de mayo, Indonesia y Malaisia cambiaron de rumbo y anunciaron que proporcionarían “refugio temporal” a un máximo de 7.000 personas que estaban aún en el mar. Sin embargo, esta protección temporal sólo dura un año como máximo y está condicionada a que la comunidad internacional ayude en la repatriación o el reasentamiento. Indonesia, Malaisia y Tailandia no han ratificado la Convención sobre los Refugiados de la ONU.
Por otra parte, el gobierno australiano ha sentado un terrible precedente en la región, con un enfoque más estricto hacia los solicitantes de asilo que intentan llegar por barco que, bajo la apariencia de salvar vidas, ha incumplido sus responsabilidades contraídas en virtud de las leyes sobre refugiados y de derechos humanos.
“Desde el Andamán hasta el Mediterráneo, la gente arriesga y pierde la vida mientras trata desesperadamente de llegar a un lugar seguro. La actual crisis de refugiados no se resolverá a menos que la comunidad internacional reconozca que es un problema global que exige que los Estados aumenten significativamente la cooperación internacional. Esta semana el ACNUR dará a conocer sus estadísticas anuales sobre refugiados y es probable que veamos que la crisis está empeorando. Es hora de actuar”, concluyó Salil Shetty.