Georgia: Las condenas contra manifestantes revelan el abuso del sistema de justicia para silenciar la disidencia

En respuesta a las condenas a prisión dictadas ayer y hoy contra 20 manifestantes por participar en concentraciones contra el gobierno (esas condenas incluyen las dictadas hoy contra el activista de oposición Saba Skhvitaridze y el actor Andro Chichinadze), Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, ha manifestado:

“Los juicios contra Andro Chichinadze, Saba Skhvitaridze y las demás personas muestran que el gobierno georgiano está instrumentalizando la justicia penal para castigar a quienes protestan y silenciar la disidencia. Las personas que se manifiestan en Georgia han sufrido violaciones de derechos humanos tales como tortura y otros malos tratos, detención arbitraria y juicios injustos.”

“Sus casos reflejan también la negación sistemática de la justicia a los centenares de manifestantes que han denunciado haber sufrido tortura u otros malos tratos bajo custodia. A Saba Skhvitaridze, condenado a dos años de prisión en un proceso que ha violado su derecho a un juicio justo, también se le ha negado una investigación efectiva sobre sus denuncias de tortura y otros malos tratos, que incluyen la reclusión prolongada en régimen de aislamiento.”

“Las autoridades de Georgia deben anular estas condenas injustas y poner en libertad o juzgar de nuevo en juicios justos, que incluyan vistas justas sobre la puesta en libertad bajo fianza, a Saba Skhvitaridze, Andro Chichinadze y las demás personas. Todas las personas detenidas exclusivamente por el ejercicio de su derecho a la libertad de reunión pacífica y de expresión deben ser puestas en libertad de inmediato.”

Información complementaria

El 2 y 3 de septiembre, en dos procedimientos diferentes, un tribunal de Tiflis condenó a entre ocho y 11 personas, entre ellas a Andro Chichinadze, a penas de prisión por presunta alteración del orden público. Saba Skhvitaridze también fue condenado el 3 de septiembre por causar daños corporales leves a un agente.

Saba Skhvitaridze, participante activo de las protestas que se están celebrando contra el gobierno, fue detenido inicialmente sin orden judicial el 5 de diciembre de 2024. Denunció haber sido torturado bajo custodia por agentes enmascarados para obligarlo a realizar una confesión. A pesar de los informes médicos que confirmaban sus lesiones, no se llevó a cabo ninguna investigación efectiva sobre su presunta tortura.

Andro Chichinadze fue detenido en su casa de Tiflis el 5 de diciembre de 2024 tras haber participado en protestas proeuropeas. Lo acusaban de arrojar “un objeto” (posiblemente un palo) contra agentes de policía. Inicialmente fue acusado de participar en “violencia grupal” en virtud del artículo 225 del Código Penal junto con otras 10 personas; los cargos contra todos fueron posteriormente cambiados por el cargo de alteración del orden público (artículo 226). Todos los acusados fueron condenados a dos años de prisión. Un día antes, ocho personas fueron declaradas también culpables de cargos similares de alteración del orden público y condenadas a penas de entre dos y dos años y medio de prisión cada una.

Los juicios han estado enturbiados por violaciones del derecho a un juicio justo, que han incluido confesiones empañadas por la tortura, violaciones de la presunción de inocencia, imposición de abogados designados por el Estado y negación de tiempo suficiente a la defensa para que se preparara. A las personas acusadas les negaron salvaguardias legales, entre ellas la aplicación de procedimientos de justicia de menores para quienes aún no habían cumplido los 21 años.

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