Ante la noticia de que las autoridades iraníes utilizaron una guillotina para amputar los dedos a tres hombres en la Prisión Central de Urmia el 30 de julio como castigo corporal impuesto tras un juicio manifiestamente injusto y empañado por tortura, Hussein Baoumi, director regional adjunto de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, ha manifestado:
“Las amputaciones practicadas a Hadi Rostami, Mehdi Sharafian y Mehdi Shahivand son un crudo recordatorio del prolífico uso del castigo corporal que hace Irán y de la inhumanidad de un sistema de justicia que legaliza la brutalidad. La amputación constituye tortura, que es un crimen de derecho internacional y un flagrante y abominable atentado contra la dignidad humana. Durante seis años, estos hombres han vivido en una pesadilla constante al saber que en cualquier momento las autoridades podían mutilar sus cuerpos de manera irreversible con la aprobación judicial.
Pedimos a las autoridades iraníes que suspendan de inmediato cualquier plan de aplicar penas crueles e inhumanas como ésta y que aprueben urgentemente la abolición de toda forma de castigo corporal en la legislación y en la práctica, incluidos azotes y cegamientos.
Hussein Baoumi, director regional adjunto de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África
“Pedimos a las autoridades iraníes que suspendan de inmediato cualquier plan de ejecutar condenas crueles e inhumanas como éstas y que procedan urgentemente a abolir toda forma de castigo corporal en la legislación y en la práctica, incluidos azotes y cegamientos. Deben proporcionar a estos tres hombres una reparación plena, que incluya indemnización, rehabilitación, asistencia médica y psicológica así como servicios sociales y jurídicos, y garantías de no repetición.
El sistema judicial de Irán es una pieza fundamental de la maquinaria de la tortura. Dada la impunidad sistemática en Irán, estos castigos indescriptiblemente crueles se repetirán a menos que la comunidad internacional adopte medidas sostenidas para acabar con los crímenes de las autoridades iraníes. Pedimos a todos los Estados que condenen enérgicamente este crimen de tortura y hagan todo lo que esté en su mano a fin de presionar a las autoridades iraníes para que procedan inmediatamente a la abolición de los castigos corporales. Asimismo les pedimos que ejerzan la jurisdicción universal para investigar y enjuiciar a los funcionarios iraníes con presunta responsabilidad penal por estos crímenes de derecho internacional.”
Información complementaria
A las 10 de la noche del 30 de julio de 2025, las autoridades de la Prisión Central de Urmia (provincia de Azerbaiyán Occidental) trasladaron a Hadi Rostami (38 años), Mehdi Sharafian (42) y Mehdi Shahivand (29) a la Oficina de Aplicación de Condenas para ejecutar sus condenas de amputación. Los hombres, con esposas y grilletes y los ojos vendados, sufrieron la amputación de cuatro dedos de la mano derecha antes de las 12 de la noche. Las autoridades penitenciarias utilizaron una guillotina para llevar a cabo las amputaciones en presencia de altos cargos de la prisión y de la fiscalía —cuyos nombres tiene registrados Amnistía Internacional— y después llevaron brevemente a los hombres a una clínica para que les cosieran y vendaran las heridas de amputación antes de devolverlos a la prisión, donde no existe la asistencia médica y psicológica especializada que necesitan con urgencia.
Las autoridades privaron a estos hombres de acceso a asistencia letrada antes de su juicio y, para declararlos culpables, utilizaron “confesiones” forzadas que, según los hombres, habían sido obtenidas mediante tortura y otros malos tratos, como palizas, azotes, amenazas de violación y suspensión por las manos y los pies. Hadi Rostami no tuvo acceso a un abogado en ningún momento, ni siquiera en el juicio.
Irán es uno de los pocos países del mundo que mantienen los castigos corporales. Las autoridades iraníes han ejecutado condenas de amputación impuestas a otros muchos presos en los últimos años. Amnistía Internacional tiene conocimiento de otros dos hombres —Kasra Karami y Morteza Esmaeilian— condenados a amputación de dedos en la Prisión Central de Urmia (provincia de Azerbaiyán Occidental) y la prisión de Tabriz (provincia de Azerbaiyán Oriental). Decenas más también corren peligro de amputación.
Encontrarán más información sobre los casos de Hadi Rostami, Mehdi Sharafian y Mehdi Shahivand en esta Acción Urgente.


