Las autoridades israelíes deben liberar de inmediato a la activista palestina adolescente Ahed Tamimi, a quien las autoridades mantienen en detención en un intento desesperado de intimidar a los menores de edad palestinos que se atreven a desafiar la represión de las fuerzas ocupantes; así lo ha afirmado Amnistía Internacional.
Hoy está previsto que comience el juicio de Ahed Tamimi ante el tribunal militar de menores de Ofer, en la Cisjordania ocupada. Se enfrenta a 12 cargos, entre ellos agresión con agravantes, tras la publicación de un vídeo en redes sociales donde se la ve empujando, abofeteando y dando patadas a dos soldados israelíes en su pueblo el 15 de diciembre.
“Negándose a liberar a Ahed Tamimi, detenida desde el 19 de diciembre, las autoridades israelíes no hacen sino demostrar su desprecio por la obligación de proteger a niños y niñas, contraída en virtud del derecho internacional”, ha afirmado Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
“Al ser una niña y no ir armada, Ahed no pudo representar ninguna amenaza durante el altercado con los dos soldados israelíes, que iban fuertemente armados y llevaban vestimenta de protección. Nada de lo que hizo justifica que siga bajo custodia, ni las largas y agresivas sesiones de interrogatorio que tuvo que soportar durante las dos primeras semanas de detención.”
“Sin embargo, una vez más, las autoridades israelíes responden a los actos desafiantes de menores de edad palestinos con medidas completamente desproporcionadas respecto a los hechos en cuestión”, ha señalado Magdalena Mughrabi.
La Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, en la que Israel es Estado Parte, dispone que la detención de un menor se utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda.
Ahed Tamimi, que ha cumplido 17 años bajo custodia, podría tener que cumplir hasta 10 años de cárcel si es declarada culpable. Está previsto que su juicio dure varios meses.
Información complementaria
Todos los años, el ejército israelí procesa a centenares de niños y niñas palestinos ante tribunales militares de menores, a menudo tras detenerlos en redadas nocturnas y someterlos a malos tratos, como vendarles los ojos, amenazarlos, mantenerlos aislados e interrogarlos sin estar presentes sus abogados o familiares.
Según organizaciones locales de derechos humanos, actualmente hay unos 350 menores de edad palestinos en las cárceles y los centros de detención israelíes.