Japón: Cruel ejecución empaña el historial de derechos humanos del país

En respuesta a la ejecución llevada a cabo hoy en Japón de un hombre declarado culpable del asesinato de nueve personas, Chiara Sangiorgio, asesora sobre pena de muerte en Amnistía Internacional, ha declarado:

“La ejecución de Takahiro Shiraishi —la primera que se lleva a cabo en Japón en casi tres años— es un cruel ataque, el más reciente, al derecho a la vida en Japón, y un importante retroceso para el historial de derechos humanos del país”.

“La absolución el año pasado de Hakamada Iwao, que fue el preso que más tiempo permaneció condenado a muerte en el mundo, puso de manifiesto lo injusto del sistema de justicia penal de Japón y su uso de la pena de muerte, y brindó una oportunidad ideal para cambiar de rumbo.”

“Sin embargo, en lugar de proceder a llevar a cabo reformas y garantizar la plena protección de los derechos humanos, el gobierno ha optado por reanudar las ejecuciones. Constituye un importante revés para los esfuerzos por poner fin a la pena de muerte en Japón.”

“En la actualidad, 113 países del mundo han eliminado por completo la pena de muerte de su legislación, y más de 144 han renunciado a ella en la legislación o en la práctica, pero Japón sigue utilizando esta pena insólita.”

“El secretismo que sigue envolviendo la notificación de las ejecuciones aumenta la crueldad del uso de la pena capital en Japón. Las autoridades japonesas deben declarar de inmediato una moratoria de las ejecuciones como primer paso hacia la abolición total de la pena de muerte, y deben conmutar todas las condenas a muerte por penas de prisión.”

Información complementaria

Según el Ministerio de Justicia de Japón, la ejecución de Takahiro Shiraishi se llevó a cabo el 27 de junio de 2025.

Shiraishi fue declarado culpable en 2020 por el Tribunal de Distrito de Tokio del homicidio de nueve personas cometido en 2017 y fue condenado a muerte.

La suya es la primera ejecución que se lleva a cabo bajo el mandato del primer ministro Shigeru Ishiba, que llegó al poder en octubre de 2024, y la primera desde julio de 2022.

Las ejecuciones en Japón están envueltas en un halo de secretismo, y es habitual que se lleven a cabo avisando a los condenados sólo unas horas antes, o sin advertírselo siquiera.

Japón pertenece al pequeño grupo de países que han llevado a cabo ejecuciones en los últimos años. Amnistía Internacional registró 1.518 ejecuciones en 15 países en 2024 (sin contar las miles que se cree que se han llevado a cabo en China), lo cual supone un incremento del 32% respecto a las 1.153 registradas en 2023 motivado en gran parte por un fuerte aumento en tres países de Oriente Medio: Irán, Irak y Arabia Saudí.

El 26 de septiembre de 2024, el Tribunal de Distrito de Shizuoka, en un fallo esperado desde hacía mucho tiempo, absolvió a Hakamada Iwao, a quien se considera la persona que más tiempo ha pasado presa en espera de ejecución en el mundo.

Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia del carácter o las circunstancias del delito, de las características y la culpabilidad o inocencia del acusado y del método de ejecución utilizado por el Estado.

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