El comité de expertos sobre reconocimiento legal del género del Ministerio de Salud noruego presentará hoy sus clusiones y recomendaciones en una conferencia de prensa que Amnistía Internacional espera que marque un punto de inflexión para los derechos transgénero.
“El gobierno noruego tiene ahora la oportunidad de arrancar de raíz una espantosa práctica que lleva más de 30 años violando los derechos básicos de las personas transgénero, a quienes se obliga a someterse a toda una serie de abusivos e invasivos procesos simplemente para que se reconozca legalmente su género –ha señalado Patricia M. Kaatee, asesora de Amnistía Internacional Noruega en materia de políticas, que asistirá a la conferencia de prensa.
Junto con personas transgénero y ONG de Noruega, Amnistía Internacional colaboró con el comité de expertos, instituido por el Ministerio de Salud y Servicios Sociales en 2013.
Se espera que las recomendaciones de hoy den lugar a reformas decisivas de una práctica que, desde su establecimiento en la década de 1970, impone en Noruega a las personas transgénero una serie de onerosos y discriminatorios requisitos para cambiar legalmente de género. Entre ellos figura someterse a una evaluación psiquiátrica, presentar un diagnóstico psiquiátrico y someterse a esterilización irreversible.
Amnistía ha hecho hincapié en que estos procesos, existentes también en muchos otros países europeos, son degradantes y violan los derechos humanos.
La organización ha hecho campaña ampliamente sobre el caso de John Jeanette Solstad Remø, mujer noruega de 65 años, que no puede conseguir el reconocimiento legal de su género si se niega a cumplir los abusivos requisitos actuales. Debido a ello, en sus documentos oficiales aparece como “hombre”, lo cual, además de no corresponderse con su aspecto, es humillante y la obliga a diario a desvelar que es una “persona transgénero”.
Temas de debate:
– En la mayoría de los países europeos, las personas transgénero no pueden conseguir documentos que reflejen su género si no cumplen abusivos requisitos, como someterse a esterilización irreversible.
– Muchas de estas políticas, establecidas hace decenios, son degradantes e intrínsecamente discriminatorias.
– Dinamarca y Malta han reformado ya sus leyes y prácticas.