El juez militar ordenó un receso a los pocos minutos de comenzar la vista cuando uno de los acusados, el ciudadano yemení Ramzi bin al Shibh, contó al tribunal que había visto anteriormente a un intérprete designado por el tribunal en lugares negros de la CIA donde se torturaba a detenidos.
“Si estas afirmaciones son ciertas, resulta profundamente inquietante la presencia del intérprete junto a las personas que estuvieron detenidas en lugares negros. Los equipos de defensa deben poder entrevistarlo como testigo probable de tortura y desaparición forzada”, ha explicado Anne FitzGerald, directora del Programa de Investigación y Respuesta a las Crisis de Amnistía Internacional, que estuvo presente en la sede judicial de la base naval estadounidense de Guantánamo en Cuba.
“La publicación del informe sobre torturas del Senado y los acontecimientos de hoy en la vista ante la comisión militar colocan al gobierno estadounidense en una situación paradójica: la sala judicial de Guantánamo añade mayor injusticia a la impunidad por tortura.
La vista de esta semana es la primera a la que se someten los presuntos conspiradores del 11-S desde la publicación en diciembre de 2014 de un resumen del informe de la comisión del Senado donde se describen con detalle los métodos de tortura empleados como parte de un programa secreto estadounidense de detención e interrogatorio.