- La encuesta de YouGov revela que a quienes están al frente de las pequeñas empresas les incomoda la publicidad basada en el rastreo de Facebook y Google
Las personas que están al frente de pequeñas empresas en Francia y Alemania desean alternativas a la publicidad que predomina en Facebook y Google, basada en el rastreo, según se desprende de una nueva investigación encargada por Amnistía Internacional y Global Witness.
Justo cuando la UE va a votar esta semana una ley que impone normas más estrictas a la publicidad digital basada en el rastreo, se han dado a conocer los resultados de una encuesta realizada entre personas que están al frente de pequeñas y medianas empresas en ambos países: el 75% consideraba que la publicidad basada en el rastreo menoscaba la privacidad de la gente y otros derechos humanos.
El 69% de las personas encuestadas afirmaron que, aunque no les gustaba la influencia de Facebook y Google, dada la supremacía de estas plataformas en el sector consideraban que no tenían más remedio que anunciarse con ellos.
Los resultados de la encuesta, realizada entre más de 600 personas por YouGov, se conocen justo antes de la votación esta semana en el pleno del Parlamento Europeo de la Ley de Servicios Digitales, que establece normas más estrictas para la publicidad basada en el rastreo.
“La constante e invasiva vigilancia de nuestras vidas para ofrecernos anuncios es inaceptable, destruye nuestro derecho a la privacidad y contribuye a la discriminación”, ha declarado Claudia Prettner, asesora jurídica y sobre políticas de Amnesty Tech.
“Estos resultados demuestran que a las personas propietarias de empresas les incomoda en extremo el planteamiento de la publicidad basada en el rastreo que actualmente sufre su clientela.
“La votación plenaria de la Ley de Servicios Digitales supone una oportunidad fundamental para que los miembros del Parlamento Europeo defiendan los derechos humanos y actúen para abordar las prácticas publicitarias que se basan en la vigilancia invasiva.”
Soluciones alternativas necesarias ahora
Líderes del sector han hecho hincapié en su opinión de que la publicidad personalizada es necesaria para la supervivencia de las pequeñas y medianas empresas europeas.
Sin embargo, el 79% de las personas que respondieron a la encuesta pensaban que las grandes plataformas de Internet —como Facebook y Google— deben someterse a unas normas más estrictas de su uso de los datos personales para presentar publicidad online a los usuarios.
La encuesta mostró también que los propietarios de las empresas consideraban que a su clientela le desagradaba que le presentaran anuncios online en función de su raza o etnia (62%), su orientación sexual (66%), la información sobre su salud (67%), sus opiniones religiosas (65%), sus opiniones políticas (65%) o acontecimientos de su vida privada (62%).
“Una táctica básica de Facebook y Google ha sido utilizar la dependencia que tienen las pequeñas empresas de sus servicios para disimular y justificar su invasiva elaboración de perfiles y personalización de los usuarios en la publicidad”, ha manifestado Nienke Palstra, encargada de campañas sénior sobre Amenazas Digitales a la Democracia de Global Witness.
“De hecho, nuestra encuesta demuestra que quienes están al frente de las pequeñas empresas en Francia y Alemania son muy conscientes de las prácticas tecnológicas de estas plataformas para la presentación de publicidad, pero no ven que exista una alternativa. Dado el abrumador apoyo con que cuenta entre las pequeñas empresas la regulación de los gigantes de la tecnología publicitaria, a los miembros del Parlamento Europeo les sobran los motivos para ir más allá con la Ley de Servicios Digitales y proteger a las personas de la publicidad basada en la vigilancia.”
Los últimos resultados apoyan una encuesta realizada por Global Witness en febrero de 2021 en la que se investigaban la opinión de los usuarios de las redes sociales en Francia y Alemania sobre la publicidad personalizada. En ella se evidenció que a la gente le molestaba sobremanera la forma en que los anunciantes se dirigían a ella con anuncios, categorizándola por ingresos y opiniones religiosas o basándose en acontecimientos de su vida personal, como embarazos, fallecimientos o enfermedades.