ÁNGELA: “Nadie nace siendo homofóbico o transfóbico, por eso es clave la educación”

ÁNGELA, 16 AÑOS, ESTUDIANTE DE LA ESCUELA AMARANTA GÓMEZ

“Nadie nace siendo homofóbico o transfóbico, por eso es clave la educación”

Desde muy pequeña, Ángela sabía qué le pasaba pero no había podido verbalizarlo pues nadie hablaba de lo que significaba ser transgénero, hasta que una vez vio un video de una chica trans y se sintió muy identificada. Decidió contarle a su mamá a los 12 años y, afortunadamente, ella le brindó su apoyo. Sin embargo, le costó mucho comprender qué significaba ser trans, solo entendía que existían muchos prejuicios hacia estas personas. 

Paulatinamente le fue contando a su familia, obteniendo el apoyo de la mayoría. Sin embargo, le costaba salir sola a la calle porque sentía miedo de ser discriminada y agredida. Esto hizo que su transición no fuera un proceso fácil, ya que lamentablemente sentía que debía resguardarse aún más porque ser una persona trans en Chile conlleva serios riesgos de seguridad. “Ser trans y ser mujer significa una doble carga con la que cuesta mucho sobrevivir”, añade. 

En ese entonces, Ángela asistía a un colegio mixto y cuando relató lo que le pasaba a su grupo de amigas recibió mucha comprensión por parte de ellas. No obstante, cuando su mamá fue a reunirse con las autoridades de aquel colegio, no tuvo una buena respuesta. ¿Ha pensado en cambiarse de colegio? le preguntaron. Si bien la escuela intento hacer esfuerzos para integrarla, éstos no fueron suficientes, pues no toda la comunidad educativa estaba capacitada. El colegio no tenía antecedentes sobre cómo abordar la situación de Ángela, por lo que no existió respeto hacia su expresión de género e incluso en muchas ocasiones no respetaron su nombre social. 

Todo esto fue afectando a Ángela, incluso en cosas tan naturales como el hecho de decidir a qué baño ir. Al final, para evitarse más problemas, prefirió no ir al baño durante la jornada escolar. Finalmente, este conjunto de situaciones la instó a dejar el establecimiento educacional en el año 2017“Me fui del colegio por no sentirme cómoda por razones que perfectamente se podrían haber solucionado, pero siento que a ellos le dio lo mismo. Creo que se vulneraron mucho mis derechos”, añade.

Afortunadamente, en el año 2018 se le presentó la oportunidad de ingresar a la Escuela Amaranta Gómez, lugar donde- según relata- se sintió mucho más cómoda, querida y comprendida. Pues aquí el estudiantado vive situaciones similares a las de Ángela, y es que este establecimiento es la primera escuela que incluye la infancia y la adolescencia transgénero. 

Ángela manifiesta que quienes pertenecen a la comunidad LGBTIQ+ sufren conductas de discriminación porque no corresponden a lo que la sociedad espera de las personas, y que la sociedad se descoloca cuando ve personas distintas a lo cotidiano. “Nadie nace siendo homofóbico o transfóbico, por lo que la herramienta principal para erradicar estas conductas es la educación que se entregan en los hogares”, argumenta. 

Y es precisamente la educación una de las grandes ausentes en la Ley Antidiscriminación, puesto que no contempla la prevención de hechos discriminatorios. “Siento que se debe fortalecer la Ley Antidiscriminación para que la gente la use y exprese lo que le pasó. También es importante que esta ley no solo se encargue de castigar, sino también de educar para que no haya más casos discriminatorios en la sociedad”, concluye. 

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