La muy demorada libertad de un activista encarcelado tras protestar por el devastador impacto medioambiental de los Juegos Olímpicos de Sochi es sin duda un alivio para él y para su familia, pero su encarcelamiento por cargos absurdos fue un excelente ejemplo de las inquietantes tácticas que emplean las autoridades rusas para silenciar a quienes las critican, ha declarado hoy Amnistía Internacional.
Evgeniy Vitishko, de la ONG Vigilancia Medioambiental en el Cáucaso Septentrional, fue encarcelado 15 días en febrero de 2014 por cargos falsos de “vandalismo” tras ser acusado de “pronunciar palabras malsonantes en una parada de autobús”. Inmediatamente después de cumplir esta pena, comenzó a cumplir otra de tres años de prisión por dañar supuestamente una valla que ocultaba una construcción ilegal en una zona boscosa protegida.
Hoy un tribunal ha ordenado su excarcelación, con efectos el 20 de noviembre, tras cumplir su condena en una colonia penitenciaria en la región rusa de Tambov.
“Después de meses de creciente presión internacional y nacional, las autoridades rusas han cedido por fin y han acordado la excarcelación de Evgeniy. Sin embargo, esto no es más que una medida cínica de las autoridades rusas, cuya intención era mantenerlo entre rejas —fuera de la vista y del pensamiento— durante los Juegos Olímpicos”, manifestó Sergei Nikitin, director de Amnistía Internacional Rusia.
“Nunca debió haber sido encarcelado. El hecho de que haya estado 20 meses en una colonia penitenciaria es una aberración. El siguiente paso para corregir esta farsa es absolverlo de todos los cargos.”
Evgeniy Vitishko fue detenido y encarcelado después de protestar junto con unos colegas contra la extendida deforestación y otros daños al medio ambiente causados durante la construcción del parque olímpico de Sochi.
Durante el tiempo que estuvo recluido, las autoridades lanzaron todo tipo de acusaciones contra él para impedir su libertad condicional. La sarta de “infracciones” absurdas incluyó entregar una prenda de vestir a otro preso que tenía frío, sentarse en la cama a una hora no autorizada e incluso tener una “actitud negligente hacia el deshierbe de tomates” como parte de su trabajo obligatorio.
Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades rusas que absuelvan a Evgeniy Vitishko de todos los cargos.