Irán: Más de 760.000 personas de todo el mundo piden un mecanismo de investigación de la ONU sobre Irán

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@Amnesty International. Mahsa Amini – Cover image

Más de 760.000 personas de 218 países y territorios han sumado sus voces a las peticiones de que se establezca un mecanismo independiente de la ONU que lleve a cabo investigaciones como un paso para hacer rendir cuentas por los más graves crímenes de derecho internacional cometidos en Irán. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy.

El 2 de noviembre, Nazanin Boniadi, actor británico-iraní y embajador de Amnistía Internacional Reino Unido, transmitió a funcionarios de las Naciones Unidas en Nueva York las peticiones populares de que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU emprenda acciones inmediatas. También entidades nacionales de Amnistía Internacional en todo el mundo han entregado peticiones a sus ministerios de Asuntos/Relaciones Exteriores.

“El pueblo de Irán sigue protestando valientemente y pidiendo que cese la represión generalizada y que se establezca un sistema político que respete la igualdad y defienda los derechos humanos. ¿Responderán los Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU al clamor de la población de Irán y de activistas del mundo entero para que se establezca urgentemente un mecanismo internacional sobre los crímenes cometidos por las autoridades iraníes?”, ha manifestado Heba Morayef, directora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

“La inacción de la comunidad internacional ha envalentonado a las autoridades iraníes para intensificar su uso ilegítimo de la fuerza, incluida fuerza letal, contra manifestantes: desde que comenzaron las protestas el 16 de septiembre, han matado a más de 200 personas, entre ellas 30 menores. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debe convocar de inmediato un periodo especial de sesiones sobre Irán para evitar nuevos crímenes de derecho internacional y nuevas violaciones de derechos humanos, incluidos homicidios ilegítimos, tortura y otros malos tratos contra todas las personas detenidas arbitrariamente desde que las autoridades comenzaron su represión de las protestas.”

La semana pasada, 10 expertos de la ONU, entre ellos el relator especial sobre la situación de los derechos humanos en Irán, pidieron al Consejo de Derechos Humanos que emprenda acciones urgentemente, entre ellas establecer un mecanismo internacional de investigación sobre Irán durante un periodo especial de sesiones. Esta petición ha sido además respaldada por Amnistía Internacional y otras 42 organizaciones de derechos humanos. La ministra alemana de Asuntos Exteriores ha anunciado que Alemania apoyaría la convocatoria de un periodo especial de sesiones para establecer un mecanismo de la ONU sobre Irán.

Los crueles ciclos de derramamiento de sangre en protestas

La violenta represión de las autoridades iraníes contra las actuales protestas de Irán, que estallaron tras la muerte bajo custodia de Mahsa (Zhina) Amini el 16 de septiembre de 2022, es la más reciente del ciclo de ataques lanzados por las autoridades de Irán contra personas que expresan sus protestas legítimas en el país desde diciembre de 2017 y enero de 2018. Envalentonadas por la impunidad generalizada, las autoridades iraníes han dado sistemáticamente una respuesta militar a las protestas multitudinarias que se han celebrado desde entonces, incluidas las de noviembre de 2019, enero de 2020, julio de 2021, agosto de 2021, noviembre de 2021 y mayo de 2022.

Amnistía Internacional ya ha documentado anteriormente crímenes de derecho internacional y graves violaciones de derechos humanos cometidos por las autoridades iraníes, incluidos homicidios ilegítimos causados por el uso injustificado de fuerza letal, detenciones y reclusiones arbitrarias en masa, desapariciones forzadas, tortura y otros malos tratos, y condenas a largas penas de prisión o a muerte tras juicios flagrantemente injustos.

Las autoridades iraníes han hecho caso omiso de los reiterados llamamientos de la comunidad internacional respecto a abrir investigaciones penales sobre los homicidios ilegítimos cometidos en el contexto de protestas desde diciembre de 2017. En su lugar, han tratado de destruir pruebas de sus crímenes mientras perseguían a supervivientes y familiares de víctimas que pedían verdad, justicia y reparación.

Para romper este mortífero ciclo, el mecanismo de la ONU debe establecerse urgentemente con el mandato de investigar los hechos y circunstancias que rodean los crímenes de derecho internacional y otras graves violaciones de derechos humanos cometidos por las autoridades iraníes para reprimir sucesivas protestas en todo el país desde diciembre de 2017 y enero de 2018 con vistas a conseguir una rendición de cuentas.

Información complementaria

Personas de todo el mundo han emprendido acciones para pedir a los Estados de las Naciones Unidas que establezcan un mecanismo independiente de investigación de la ONU; estas peticiones proceden de lugares como Alemania, Argentina, Brasil, Bolivia, Canadá, Corea, Egipto, Francia, Italia, India, Irán, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Nigeria, Países Bajos, Sudáfrica, Suecia, Taiwán, Turquía y más allá.

Amnistía Internacional ya ha revelado anteriormente la manera en que el máximo órgano militar de Irán ordenó a las fuerzas armadas de todas la provincias que “reprimieran con severidad” a las personas que salieron a las calles para protestar por la muerte bajo custodia de Mahsa (Zhina) Amini después de ser arrestada por la “policía de la moral” que detiene habitualmente de forma arbitraria a las mujeres que no cumplen las leyes, abusivas y discriminatorias, sobre el uso obligatorio del velo. La organización también ha documentado repetidamente el uso generalizado e injustificado de fuerza letal y armas de fuego por las fuerzas de seguridad iraníes que, o bien tenían intención de matar a manifestantes, o bien deberían haber sabido, con un grado de certeza razonable, que el uso de armas de fuego causaría muertes.

La semana pasada, las fuerzas de seguridad de Irán intensificaron su uso de fuerza ilegítima mediante el uso de munición real, perdigones y gas lacrimógeno contra dolientes y manifestantes que se habían congregado en al menos cuatro provincias, incluidas las de Kurdistán, Azerbaiyán Occidental, Kermanshah y Lorestán.