Israel: El uso por Hezbolá de armas intrínsecamente imprecisas para lanzar ataques ilegales viola el derecho internacional

  • Pruebas videográficas indican el uso reiterado por parte de Hezbolá de armas intrínsecamente imprecisas en ataques
  • Tres ataques lanzados en octubre de 2024 que causaron la muerte de ocho civiles y heridas al menos a 16 más constituyen crímenes de guerra
  • “El imprudente uso por Hezbolá de descargas de cohetes no guiados ha matado y herido a civiles” – Agnès Callamard

En los últimos tres meses, Amnistía Internacional ha investigado crímenes de derecho internacional perpetrados en el contexto de la Operación Flechas del Norte lanzada por Israel, que comenzó en septiembre de 2024. Sólo en el primer día, las fuerzas israelíes llevaron a cabo al menos 1.600 ataques en zonas de todo Líbano, que alcanzaron pueblos y ciudades de todo el país y mataron a más de 500 personas. Hezbolá disparó más de 200 cohetes hacia Israel.

Esta investigación se centra en las descargas reiteradas de cohetes no guiados de Hezbolá contra zonas civiles pobladas de Israel durante meses, en ataques que violan el derecho internacional humanitario. Amnistía Internacional ha documentado previamente los ataques aéreos ilegales llevados a cabo por Israel que mataron a 49 civiles y deben ser investigados como crímenes de guerra, y sus advertencias de evacuación inadecuadas a la población civil, en violación de sus obligaciones de derecho internacional.

Amnistía Internacional documentó tres ataques con cohetes de Hezbolá contra zonas civiles de Israel en octubre de 2024, que mataron a ocho civiles e hirieron al menos a 16 más, y que deben ser investigados como crímenes de guerra.

Dos especialistas en armamento de Amnistía Internacional analizaron 12 vídeos producidos por Hezbolá que muestran ejemplos del lanzamiento de estos cohetes, así como cientos de declaraciones de la organización publicadas en su canal de Telegram en las que explican los objetivos de estos ataques. En las semanas anteriores al alto el fuego acordado entre Israel y Líbano, Hezbolá anunció ataques con cohetes contra ciudades y localidades como Haifa, Tiberíades, Acre, Safed, Carmiel, Kfar Giladi y la zona de Krayot, entre otras. En algunos casos, insistieron en que los ataques iban dirigidos contra objetivos militares, pero en otros dijeron que estaban atacando ciudades o localidades civiles en general.

En los vídeos, Amnistía Internacional identificó sistemas de lanzacohetes múltiples no guiados de 122mm, 220mm, 240mm y 302mm. Este tipo de cohetes son intrínsecamente imprecisos, pues no es posible dirigirlos con cierto grado de fiabilidad ni determinar exactamente dónde impactarán. Su uso en zonas donde hay concentración de población civil viola, por tanto, un principio fundamental del derecho internacional humanitario: el principio de distinción.

“El imprudente uso por Hezbolá de descargas de cohetes no guiados ha matado y herido a civiles, y ha destruido y dañado viviendas civiles en Israel”, ha declarado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional

“El uso de estas armas intrínsecamente imprecisas en zonas civiles densamente pobladas o en sus proximidades constituye una violación prima facie del derecho internacional humanitario. La población civil y los bienes de carácter civil no son objetivos y deben ser protegidos. Los ataques directos contra civiles y bienes de carácter civil que matan y hieren a civiles deben investigarse como crímenes de guerra.”

Hezbolá comenzó a lanzar descargas contra el territorio ocupado de las Granjas de Shebaa el 8 de octubre de 2023 “en solidaridad” con Hamás y otros grupos armados palestinos tras su ataque contra Israel y los crímenes atroces del 7 de octubre de ese mismo año. En respuesta, Israel atacó el sur de Líbano. Desde entonces, Israel y Hezbolá han llevado a cabo ataques transfronterizos.

El conflicto entre Hezbolá e Israel ha tenido un significativo impacto en la población civil, especialmente en Líbano. Se calcula que los ataques de Israel en todo Líbano han matado a 4.047 personas, entre las que hay familias enteras, han causado heridas a otras 16.000 y han desplazado a 1,2 millones, entre otras cosas mediante el uso de advertencias de “evacuación” engañosas e inadecuadas. Amnistía Internacional ha documentado cuatro ataques aéreos ilegales contra edificios de viviendas llevados a cabo por las fuerzas Israel en los últimos meses en el sur de Líbano, en el valle de la Becá y en el norte de Líbano, en los que han muerto 49 civiles y que deben investigarse como crímenes de guerra.

Israel también ha atacado sucursales de Qard al Hassan, entidad económica sin ánimo de lucro afiliada a Hezbolá, con más de 30 sucursales en barrios residenciales densamente poblados de todo Líbano, violando con ello el derecho internacional humanitario, dado que esta institución no es un objetivo militar legítimo.

Los ataques de Hezbolá en Israel han matado a más de 100 personas y se calcula que han desplazado a 63.000 residentes en el norte de Israel. Hezbolá ha disparado miles de cohetes intrínsecamente imprecisos contra Israel y el territorio sirio ocupado de los Altos del Golán. Organismos de investigación militar han calculado que más del 95% de las aproximadamente 100.000 a 200.000 armas de largo alcance del arsenal de Hezbolá son no guiadas. Israel, con su sistema de defensa aéreo Cúpula de Hierro, es capaz de interceptar y destruir cohetes.

Muertes civiles en los ataques

Aunque en algunas de las zonas fronterizas del norte donde impactaron los cohetes lanzados por Hezbolá gran parte de la población civil israelí había sido evacuada, Amnistía Internacional documentó tres ataques con cohetes de Hezbolá contra ciudades y pueblos israelíes, que mataron a ocho civiles e hirieron al menos a 16 más, tras la escalada del conflicto a finales de septiembre de 2024. El Laboratorio de Pruebas de Amnistía Internacional verificó un total de 13 vídeos y seis fotos relacionadas con estos ataques.

El 29 de octubre de 2024, aproximadamente a las 10.40am, Hezbolá lanzó una descarga de cohetes al norte de Israel que mató a Mohammed Naim, ciudadano palestino de Israel de 23 años, al impactar uno de los cohetes en su domicilio en Ma’alot-Tarshiha. Según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, en el ataque resultaron heridas otras 13 personas.

Yasser Naim, padre de Mohammed, dijo a Amnistía Internacional que su hijo estaba llevando a sus dos hermanos menores a un refugio de la vivienda cuando el cohete impactó en ella. El joven estaba a unos segundos de llegar al refugio cuando murió. Yasser Naim relató que sobre la localidad se lanzaron decenas de cohetes, y que el sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro de Israel no había interceptado algunos de ellos, y añadió: “No se podían proteger todas las casas”.

Inicialmente, Hezbolá anunció en su canal de Telegram que el objetivo era el pueblo de Kfar Vradim. Sin embargo, al conocerse horas después la noticia de la muerte de un ciudadano palestino de Israel, Hezbolá revisó este comunicado y publicó un vídeo afirmando que el ataque iba dirigido a los soldados israelíes en Ma’alot-Tarshiha.

El 31 de octubre de 2024, Hezbolá efectuó 18 descargas de cohetes intrínsecamente imprecisos contra localidades situadas a ambos lados de la frontera, incluidas las ciudades de Carmiel y Acre en Israel y los barrios de Krayot en Haifa, según una declaración que publicó en Telegram. El ejército israelí afirmó que un total de 90 de esos cohetes habían impactado en Israel. En dos de los ataques murieron en total siete civiles. Hezbolá afirmó que los objetivos de esos ataques eran las fuerzas militares israelíes del sur de Jiam en Líbano, y la zona de Krayot en Israel.

El primer ataque impactó sobre un huerto en la localidad israelí de Metula, no sobre las fuerzas israelíes en el lado libanés de la frontera, situadas a cierta distancia en Jiam, y mató a cinco civiles de una granja: Omer Weinstein, israelí, y cuatro trabajadores migrantes tailandeses, llamados Akkapon Wannasai, Prayat Pilasram, Kaweesak Papanang y Thana Tichantuek. Una sexta persona resultó herida.

En el segundo, una mujer de 60 años, Mina Shafiq Hassoun, y su hijo Karmi Raja Hassoun, de 30, ciudadanos palestinos de Israel, murieron mientras recogían aceitunas en un huerto situado entre Shefa-‘Amr y Kiryat Ata. Otras dos personas resultaron heridas.

Hezbolá publicó un vídeo que al parecer mostraba las armas empleadas en el ataque y en el que afirmaba que éste iba dirigido contra los barrios residenciales de Krayot situados a lo largo de la costa israelí. El ataque se llevó a cabo con cohetes no guiados Fadi-1 de 220mm. La imprecisión intrínseca de estos cohetes y la ilegalidad de su uso, incluso contra objetivos militares en zonas civiles, queda evidenciada por el hecho de que el lugar donde impactaron estaba a unos siete kilómetros del objetivo anunciado.

Derecho internacional humanitario

Según el derecho internacional humanitario, todas las partes en un conflicto deben distinguir en todo momento a los combatientes y los objetivos militares de los civiles y los bienes de carácter civil. Los ataques sólo podrán dirigirse contra combatientes y objetivos militares. Los ataques no deben dirigirse contra civiles. Tanto los ataques directos contra la población civil y bienes de carácter civil, como el uso de munición intrínsecamente imprecisa en zonas donde hay civiles, que constituye un ataque indiscriminado, violan el derecho internacional humanitario. Si bien en algunos casos Israel sitúa fuerzas militares en zonas civiles o en sus proximidades, esto no exime a Hezbolá de la responsabilidad de tomar todas las precauciones posibles para evitar o, en cualquier caso, minimizar los daños a la población civil y a las infraestructuras civiles.

El uso de armas explosivas de amplio efecto, como descargas de cohetes que contienen ojivas explosivas y cuyo impacto se extiende a una gran área, en las proximidades de zonas residenciales densamente pobladas probablemente viola la prohibición de efectuar ataques indiscriminados, y también puede dar lugar a ataques desproporcionados.

Dirigir los ataques contra la población civil o bienes de carácter civil, y lanzar un ataque indiscriminado que cause muertes o heridas entre la población civil son crímenes de guerra.

Información complementaria

Amnistía Internacional publicó recientemente un importante informe en el que concluyó que Israel ha cometido y sigue cometiendo genocidio contra la población palestina en la Franja de Gaza ocupada. Amnistía Internacional también ha encontrado evidencias de crímenes de guerra cometidos por las fuerzas israelíes, como ataques directos a civiles y bienes de carácter civil o ataques indiscriminados, además de otros ataques ilegítimos y castigos colectivos contra la población civil en la Franja de Gaza ocupada.

Contenido relacionado: