Ante la muerte el 11 de abril de Daunte Wright por disparos de una agente de policía en Minnesota, Kristina Roth, responsable superior de Programas de Justicia Penal de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha declarado:
“Al movimiento de Amnistía le entristece que otro padre, hijo y compañero negro más haya sido arrebatado a su familia como consecuencia de las acciones de la policía.
“Según informes, a Daunte Wright lo hicieron detenerse so pretexto de que la placa de matrícula estaba caducada y llevaba un ambientador colgando del espejo retrovisor, circunstancias que no justificaban lo que escaló hasta convertirse en un encuentro fatal. El año pasado, el teniente del ejército Caron Nazario, negro y latino, fue objeto de un control de tráfico violento en Windsor (Virginia). Los agentes afirmaron que no habían visto su matrícula de papel en la ventanilla trasera de su auto nuevo. Estos incidentes indican un denominador común y nos recuerdan las deficiencias sistémicas de la actuación policial que desembocan en la aplicación desigual de la ley a las personas racializadas, especialmente las negras. Simple y llanamente, debe excluirse el uso de armas en la aplicación de las normas de tráfico”.
“Sobrevivir a una interacción con agentes encargados de hacer cumplir la ley no debería depender de dónde se vive ni del color de piel. Las normas internacionales establecen claramente que, además de los derechos a la igualdad de protección de la ley, a la seguridad y a la vida, tenemos el derecho a no sufrir discriminación cuando interactuamos con agentes encargados de hacer cumplir la ley. Los agentes responsables de uso excesivo de la fuerza deben rendir cuentas cualquiera que sea el resultado”.
“La comunidad local de Brooklyn Center y de la región de Minneapolis está comprensiblemente frustrada y airada por estos repetidos incidentes de violencia policial y ha salido a la calle para exigir que se rindan cuentas por la muerte de Daunte Wright. Los agentes encargados de hacer cumplir la ley deben proteger y facilitar el derecho de quienes se manifiestan a la libertad de reunión pacífica y garantizar que cualquier decisión de dispersar una multitud se toma como último recurso, cuando sean insuficientes medios menos contundentes. Los agentes deben garantizar que cualquier medida empleada para dispersar una multitud es necesaria, proporcional y legal. También deben tener en cuenta el impacto en la comunidad de residentes del entorno, por ejemplo, a la hora de decidir usar sustancias químicas irritantes.
“Las protestas contra la violencia policial no deben abordarse con más violencia policial, como vimos durante meses tras la muerte de George Floyd el verano pasado”.
Información complementaria
Amnistía Internacional Estados Unidos viene pidiendo que la policía rinda cuentas por el uso de medios letales. Cuando la población salió a la calle a protestar por la muerte de George Floyd, Amnistía Internacional Estados Unidos denunció la fuerza excesiva empleada por los agentes encargados de hacer cumplir la ley. Amnistía Internacional documentó 125 ejemplos de violencia policial contra manifestantes ocurridos en 40 estados y el Distrito de Columbia entre el 26 de mayo y el 5 de junio de 2020.
En 2015, Amnistía Internacional Estados Unidos publicó un informe sobre el uso de medios letales por agentes encargados de hacer cumplir la ley y expuso serios motivos de preocupación en materia de derechos humanos en relación con los derechos a la vida, a la seguridad personal, a no sufrir discriminación y a la igualdad de protección de la ley. Este informe subraya la necesidad de una revisión de alcance nacional y la reforma de las leyes, políticas, formación y prácticas sobre el uso de medios letales por la policía, así como una revisión exhaustiva y la reforma de los mecanismos de supervisión y rendición de cuentas.
Esta declaración está disponible en Internet en: https://www.amnestyusa.org/press-releases/daunte-wrights-death-again-shows-need-to-address-failures-of-policing